martes, octubre 01, 2019

La cientificidad de la astrología

La semana pasada, asistí a un seminario fascinante dictado por mi mentor y modelo de científico Héctor Pipi Vucetich, acerca de la cientificidad de la astrología. Lo que sigue es mi recopilación lo que contó el charlista, agregando tal vez algún detalle de mi cosecha. Las partes aburridas son enteramente mías, el Pipi es incapaz de aburrir.

La pregunta a responder durante la charla fue ¿Es científica la astrología?


La tentación es responder inmediatamente ¡No! La astrología es una pseudociencia. Pero hacer eso no sería lo correcto: la astrología fue la disciplina fundante de la astronomía, como la alquimia lo fue de la química, o el curanderismo de la medicina. Tenemos hoy algunas disciplinas que llamamos “ciencias” y que aún se hallan en esa etapa inicial. La forma correcta de encarar la cuestión es:
  • Primero: preguntarse qué es una ciencia, y establecer lo más formalmente posible su definición. Esto lo podemos hacer siguiendo por ejemplo la epistemología de Mario Bunge.
  • Segundo: investigar qué es la astrología y cómo la practican sus adeptos. En particular, el Pipi se refirió a los astrólogos “serios” que realizan cartas astrales por encargo siguiendo un método, no a los que inventan los horóscopos de los diarios.
  • Tercero: ahora sí, responder la pregunta ¿Se adapta la astrología a los criterios de demarcación así establecidos?
Recorramos entonces cada uno de esos pasos

¿Qué es una ciencia?

El Pipi resumió la construcción de Bunge, que es extremadamente formal y simbólica, casi como un curso de álgebra, en cuatro puntos fundamentales.

  1. Una ciencia es internamente coherente:
    Una ciencia es un cuerpo de conocimientos, ordenados y organizados en teorías, que son mutuamente coherentes y no contradictorias. La existencia de escuelas mutuamente incompatibles dentro de una dada disciplina pone en duda su cientificidad.
    Por ejemplo, la física es un conjunto enorme de conocimientos, las teorías que la constituyen no se contradicen entre sí. A pesar de la mala divulgación, la mecánica de Newton no contradice a la relatividad en su área común de aplicación: los objetos que se mueven a velocidades muy bajas.
  2. Una ciencia presenta coherencia con otras ciencias:
    Las diversas ciencias tratan sobre fenómenos en principio distintos, que a veces resultan ser el mismo fenómeno visto desde diferentes ópticas. En ese caso, no hay contadicciones: las predicciones de las diferentes ciencias son compatibles entre sí.
    Por ejemplo, la biología no contradice a la física, cuando se consideran los seres vivos como sistemas termodinámicos. La segunda ley, que dice que el desorden siempre aumenta, se aplica a sistemas termodinámicos cerrados, mientras que los seres vivos son sistemas abiertos.
  3. Una ciencia es contrastable con el experimento:
    Una ciencia hace predicciones acerca de fenómenos observables, que se pueden contrastar con la realidad. Deben ser tales que se pueda distinguir un resultado que las confirme de otro que las contradiga.
    Por ejemplo, la biología, y en particular la evolución darwiniana, predicen que si el ambiente cambia abruptamente, las especies se extinguirán o se adaptarán al nuevo entorno. Si investigamos el registro geológico, comprobaremos que eso es exactamente lo que ha sucedido en el pasado.
  4. Una ciencia es revisable de acuerdo a los resultados de la contrastación:
    Finalmente, la ciencia es continuamente revisada y modificada para hacerla compatible con los resultados de las nuevas observaciones. La no revisabilidad y la adhesión a postulados cuyas consecuencias son inconsistentes con las observaciones es un signo de pseudociencia
    Por ejemplo, al notar que el electromagnetismo y la mecánica eran incompatibles a velocidades altas, comenzó una revisión de postulados de la física que terminó en la teoría de la relatividad. La observación de que la radiación de cuerpo negro era incompatible con la mecánica, dio origen a la física cuántica.

¿En qué consiste la astrología?

La astrología se basa en la creencia de que la posición de los planetas en la esfera celeste en un dado momento, influye en la dinámica de los acontecimientos terrestres, incluidos la personalidad y el destino de las personas. Su método consiste en la construcción de cartas basadas en la posición relativa de los cuerpos celestes en un momento determinado. Por ejemplo, una carta natal basada en las posiciones de los planetas en el momento del nacimiento de una persona, permitiría extraer información acerca de su personalidad o de su suerte futuras.

Las cartas se confeccionan de acuerdo a un método bien definido, que se basa en
  • Una división de la eclíptica, es decir de la linea imaginaria en el cielo por la que se mueven los planetas, en 12 signos zodiacales diferentes, definidos por las constelaciones que se ven proyectadas detrás. En cada momento del año, los distintos planetas visibles desde la Tierra se encuentran en un dado signo.
  • A la vez, se divide el cielo visible a una dada hora desde un dado lugar, entre el horizonte al este y el horizonte al oeste, en 12 casas distintas. Al girar la Tierra, las casas giran junto con ella. Por eso a lo largo del día va cambiando qué signo está dentro de cuál casa.
Con esto, conociendo con cierta precisión una hora y un lugar, el astrólogo puede reconstruir usando cálculos astronómicos, qué planeta estaba en cuál signo y en qué casa. Las casas, los signos, y los planetas, tienen significados, que el astrólogo usa para redactar su predicción.
Entonces ahora sí, podemos finalmente responder la pregunta:

¿Es científica la astrología?

En otras palabras, los métodos y prácticas antes descriptos ¿cumplen los puntos 1. a 4. enunciados más arriba?
  1. Una ciencia es internamente coherente:
    Si bien los postulados de la astrología son sorprendentemente similares en las tradiciones griega, india y china, hay dentro de ella escuelas que asignan significados diferentes a planetas, signos y casas.
    Esto es una mala señal, aunque de por sí no es determinante. La presencia de escuelas diferentes fue una realidad en varias ciencias modernas en sus etapas iniciales de desarrollo. El punto aquí es que la dirección del avance científico debe ser la de eliminar las diferencias entre ellas. No parece haber sucedido eso eso en el caso de la astrología
  2. Una ciencia presenta coherencia con otras ciencias:
    En este punto la astrología falla estruendosamente. Sus postulados se dan de frente con casi cualquier otra ciencia con la que se contrasten.
    Por ejemplo, la astrología es incoherente con la física: ¿de qué modo influyen los planetas sobre la Tierra? De todas las interacciones fundamentales ¿cuál es la que da origen a la influencia plasmada en una carta natal? La gravedad del obstetra es mayor que la de cualquier planeta. También lo es la luz que refleja, y cualquier tipo de radiación electromagnética. ¿O se trata acaso de una interacción nueva aún desconocida? De ser así, entonces ¿como puede dicha influencia propagarse instantáneamente desde la posición de los signos zodiacales hasta la Tierra? ¿se mueve acaso más rápido que la luz?
  3. Una ciencia es contrastable con el experimento:
    En esto la astrología cumple la condición fundamental de hacer predicciones contrastables… y en todos los casos en los que fueron testeadas, indistinguibles de una elección al azar. Este punto, si fuera el único, no la haría una pseudociencia, sino sólo una teoría falsa.
    Aquí es donde entra el hermoso experimento hecho por Shawn Carlson, entonces estudiante de física y hoy divulgador y promotor de la ciencia amateur. Carlson se contactó con el National Council for Geocosmic Research, una asociación norteamericana de astrólogos, y acordó con ellos un test de la efectividad de la astrología.
    La asociación propondría 28 de sus miembros. Carlson proveería a cada astrólogo los perfiles psicológicos de tres sujetos, y los datos precisos de nacimiento de uno de ellos. Con esto Los astrólogos determinarían, usando la carta natal, a cuál perfil pertenecían los datos. Si el método astrológico funcionara, el porcentaje de aciertos debería ser mayor al 33% que se obtendría por puro azar…
    …y no lo fue. De hecho fue casi exactamente igual al 33%, lo que demuestra que las cartas natales no predicen mejor que lo que lo haría un dado.
    Otro experimento que demuestra la poca efectividad de la astrología es el de los gemelos horarios. Personas que nacen separadas por menos de cien metros, que es la resolución espacial que tienen las cartas natales, y con pocos minutos de diferencia. Estas personas deberían tener personalidades y destinos similares… y no sucede así, según un estudio hecho con datos de los hospitales londinenses.
  4. Una ciencia es revisable de acuerdo a los resultados de la contrastación:
    Aquí la astrología vuelve a fallar. A pesar de los experimentos antes descriptos, los astrólogos no han modificado la teoría para adaptarla a los hechos. Al contrario, siguen estancados en una formulación cuya antigüedad pretenden sea un signo de su certeza.

Conclusión

Con esto terminó Vucetich el análisis de la cientificidad de la astrología.

En conclusión, la astrología no cumple los criterios arriba enumerados para ser una ciencia, y debe ser clasificada como una pseudociencia, junto con la alquimia, la homeopatía, el psicoanálisis, la teoría feminista, y la escuela económica neoliberal.

(Fuente)

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