Cosas que imprudentemente digo sobre la ciencia y el mundo, mientras la ciencia y el mundo se conforman con mantener un prudente silencio sobre mí.
viernes, diciembre 22, 2006
No los olvidemos
Graciela Acosta, 35 años, Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe.
Carlos Almirón, 24, Capital .
Ramón Arapi, 22, Corrientes.
Rubén Aredes, 24, Buenos Aires.
Elvira Avaca, 46, Cipolletti.
Diego Avila.
Gustavo Benedetto, 30, Capital.
Walter Campos, 16, Rosario.
Jorge Cárdenas, Capital Federal.
Juan Delgado, 27, Rosario.
Víctor Enrique, 20.
Luis Fernández, 27, Tucumán.
Sergio Miguel Ferreyra, Córdoba
Julio Flores, 15, Merlo.
Yanina García, 18, Rosario.
Ariel González, 24, Pilar.
Roberto Gramajo, 21, Claypole.
Pablo Guías, Almirante Brown.
Romina Iturain, 15, Paraná.
Diego Lamagna, 27, Capital Federal.
Cristian Legembre, Castelar.
Claudio Lepratti, 38, Rosario.
Alberto Márquez, 57, Capital Federal.
David Moreno, 13, Córdoba.
Miguel Pacini, 15, Santa Fe.
Rosa Paniagua, 13, Paraná.
Sergio Pedernera, 16, Córdoba.
Rubén Pereyra, 20, Rosario.
Damián Ramírez, 14, Gregorio de Laferrère.
Sandra Ríos.
Gastón Riva, 31, Capital Federal.
José Rodríguez, Paraná, Entre Ríos.
Mariela Rosales.
Ariel Salas, 16, Gregorio de Laferrère.
Juan Torres, Corrientes.
José Vega, 19, Moreno.
Ricardo Villalba, 23, Rosario.
martes, diciembre 12, 2006
Aliverti, en PaginaK
Por ejemplo, los dueños de la tierra, de las vacas, de los bifes, de las milanesas, siguen siendo los mismos. No en la nominalidad, es cierto, porque la globalización concentrada hizo de las suyas. Pero sí en la apropiación de la renta. ¿Queremos cambiar eso o basta con que Videla & Cía. estén presos?
Sandra Russo en PáginaK
domingo, noviembre 12, 2006
Zaffaroni.
"(en la justicia) No son chorizos lo que fabricamos, y sí así fuera, deben venir con buena carne y bien atados".
domingo, noviembre 05, 2006
Un hallazgo
Inventario en Pravda/12 por H.V.
Juan D. Perón había regresado al país en triunfo luego de un interminable exilio. Juan Jaime Cesio era el secretario político de un Ejército que trataba de reubicarse en un panorama que nadie había previsto. Lo colocó ahí Jorge Carcagno, el general de división más joven, que el presidente Héctor Cámpora promovió a la comandancia para limpiar la cúpula que le dejó Alejandro Lanusse.
Perón venía de Madrid y Cesio de París, donde aprovechó sus años de agregado militar para graduarse en La Sorbona y asistir deslumbrado al alzamiento juvenil de 1968, el mismo que infundió a Perón su idea del trasvasamiento generacional. Carcagno en cambio había sido el jefe de las tropas que apagaron a tiros los fuegos del cordobazo. Cesio lo convenció de adelantarse a la decisión política del Congreso y devolverle a Perón el grado y uniforme militar que un tribunal de honor le habían quitado después de la revancha clasista de 1955. Carcagno lo explicó con sus propias palabras en su visita a la casa de Gaspar Campos: “Mi general. Lo necesito en el Ejército para quitárselo como bandera a la guerrilla”.
Cesio redactó los dos discursos que Carcagno leyó en su corta gestión. En mayo de 1973 dijo que se abría la etapa “del imperio de la Constitución” y “el reconocimiento de que el pueblo es el único depositario de la soberanía”. Así el Ejército “honrará sus armas y contribuirá a la unión de los argentinos”. Entre el legado de virtudes recibidas mencionó “el respeto por la persona humana” y admitió que pudieran existir convicciones distintas y “tan válidas como las nuestras”. En setiembre, durante la Conferencia de Ejércitos de Caracas, denunció a las transnacionales y el endeudamiento externo como los principales enemigos de los pueblos, contradiciendo el discurso de la Seguridad Nacional. Cesio también promovió el acercamiento castrense con la Juventud Peronista y las organizaciones armadas que giraban en la misma órbita, cuyo resultado fue el contraproducente Operativo Dorrego.
El anciano general no simpatizó con el joven coronel porque le hizo recordar su propia historia. Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión creada por su iniciativa Perón había introducido en la escena política a la clase trabajadora, un actor hasta entonces ignorado, a pesar de la intensidad de las luchas de las que había sido protagonista durante décadas. Temió que Cesio intentara repetirlo con la juventud, que había sido el ariete con el que Perón desmoronó la fortaleza de Lanusse. Cuando asumió su tercera presidencia envió al Senado la lista de coroneles que debían ascender. Pero también le dio un papelito a López Rega para que se lo hiciera llegar al senador Humberto Martiarena, con tres nombres que no debían obtener el acuerdo constitucional: Cesio, Etchegoyen y Colombo. Desautorizado, Carcagno pidió el retiro. En lugar de Cesio ocupó la secretaría política del Ejército el futuro dictador Roberto Viola. Perón se había sacado de encima a quien temía pudiera convertirse en un peligroso competidor. Cesio se fue a su casa sin ilusión de revancha.
Perón murió pocos meses después y su momia fue sometida a una peripecia que culminó el 17 de octubre de este año en San Vicente. La travesía del cuerpo viviente de Cesio también fue expresiva, aunque menos ampulosa. El Ejército lo despojó de su grado y uniforme de coronel porque en plena dictadura tuvo el coraje de denunciar la comisión de “delitos aberrantes, como el secuestro, la tortura y el asesinato de miles de personas”. El dictamen descalificatorio dice que privilegió “su condición de ciudadano sobre la de militar”. En su descargo, dijo que no había agraviado a las Fuerzas Armadas, ya que el terrorismo de Estado fue obra de “bandas militares que usurparon el poder público”. Etchegoyen y Colombo fueron ascendidos al terminar la dictadura pero Cesio no. Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde y los generales que durante 23 años condujeron el Ejército, convalidaron ese castigo ejemplarizador. Recién Kirchner reparó el abuso al devolverle el grado y proponer su ascenso a general: “Que en la Argentina no pueda ya decirse que el héroe es condenado y el dictador, con las manos manchadas de sangre, resulta juez. No hemos perdido la capacidad de distinguir el bien del mal, lo que es honorable y lo que no lo es”. La ceremonia en la que el Comandante en Jefe le entregue la réplica del curvo que usó San Martín deberá seguir esperando porque la sablería militar tiene una capacidad de producción limitada y cualquier imprevisto la desconcierta.
El shakespereano gobernador Felipe Solá se sobresalta hasta de su sombra. Alguien le hizo temer que el ataúd que le dejaron estuviera vacío y ordenó abrirlo. Durante la ceremonia se labró con minuciosidad burocrática el inventario de todo lo que depositaron allí el día de la trifulca: un ataúd externo, una caja de vidrio blindado, el cuerpo de Perón con las manos mutiladas vestido con su uniforme de teniente general, una bandera de guerra, una gorra militar y un sable corvo con una inscripción grabada en la hoja que dice “General Juan Jaime Cesio”.
domingo, octubre 22, 2006
domingo, octubre 08, 2006
La palabra genocidio, por Sandra Russo en Página del domingo
A pesar de todas nuestras conocidas taras, los argentinos somos los únicos que, en la región y en las democracias que sucedieron a las respectivas dictaduras, hemos llegado a la instancia en la que nos encontramos. Juicio y castigo. Eso sólo fue posible a través de muchos años, muchas escaramuzas con forma de puntos finales y obediencias debidas, levantamientos con finales negociados y, entre otras cosas, genocidas que durante treinta años no fueron llamados genocidas.
El poder del lenguaje es monstruoso, apabullante. A mi entender, no es en absoluto casual que la desaparición de Julio López y la simultánea aparición de panelistas, libros y opinadores defensores del terrorismo de Estado se produzca justo después de que el lenguaje institucional y normativo por excelencia, el judicial, se haya pronunciado al respecto y haya designado a los represores como genocidas. Y haya, en un mismo y monumental movimiento de sentido, designado lo que pasó en los ’70 como un genocidio.
Esa palabra marca con el fuego de la verdad lo que pasó durante la dictadura, y emitida desde un fallo judicial la incorpora al acervo del futuro sentido común de la Argentina. En las escuelas, en las próximas décadas, todos los niños estudiarán ese genocidio. Y ya basta. No hubo dos demonios, no hubo guerra civil, no hubo juicios a prisioneros; hubo torturas, hubo campos clandestinos, hubo apropiación de niños.
Cuando Alfonsín dijo que la casa estaba en orden, la casa era un desmadre. Y si esa frase quedó congelada en su fase desmovilizadora, es en parte porque el sector más sensible a este tema siempre sobreestimó sus fuerzas y leyó voluntariosamente la realidad. La casa era un desmadre y lo siguió siendo, durante treinta años, y hubo que esperar hasta que muchos de ellos murieran, igual que muchas madres y abuelas, hubo que esperar una coyuntura imprevisible, como es ésta, para que de las fauces de la derecha fascista brotaran gestos desesperados. Hasta ahora habían negociado, lo hicieron con cada gobierno. Estos exabruptos asqueantes provienen seguramente de cierta desesperación: es ahora, recién ahora, cuando están perdiendo.
domingo, octubre 01, 2006
Adios a la gorda (y pensar que te voté)
¿Perdón? de Sandra Russo, en Pagina
El último domingo, en el programa de Luis Majul, se produjo un hecho ideológicamente bizarro. El caso de Karina Mujica, el joven cuadro de lo que ahora se ha bautizado “la derecha guaranga” (al menos así se la llamó en ese programa), cuya doble vida como incipiente dirigente militarista e incipiente madama marplatense fue lo que disparó un primer bloque; en él aparecieron personajes que dejaron a la finada Elena Cruz del tamaño de una simple fan de Videla. Caricaturescos, cínicos, un hombre mayor de “r” arrastrada (defensor de Etchecolatz) y un joven dinosaurio defendían acaloradamente el terrorismo de Estado de los ’70 con argumentos fallidos. En la tanda, se veía el institucional de recompensa para quien tenga datos sobre el testigo Julio López, acusador de Etchecolatz y actualmente desaparecido. El domingo pasado todavía no habían tenido lugar las marchas reclamando su aparición, ni la angustia por su suerte había tomado tanto cuerpo como en estos días. Es que la sola posibilidad de que haya patrullas perdidas del terrorismo de Estado resulta escabrosa, aunque no improbable, tan luego en un país en el que los que piden por más seguridad se dejan custodiar por los policías exonerados de la fuerza por haber incurrido en diversos delitos. Muchos de ellos, en secuestros extorsivos. La nueva etapa por la que atraviesan los juicios contra los represores no es menor ni cosmética. La desaparición de López reactualiza, sin que nadie lo previera, un dolor colectivo que sin embargo fue sostenido individualmente por algunas víctimas sobrevivientes: pudimos enterarnos de que López, que no olvidaba ni quería olvidar, solía ir a su lugar de detención, ya demolido, recurrentemente, quizá a espantar sus fantasmas o a afirmar su pacto con los que murieron.
En un segundo bloque estuvo Elisa Carrió. Fue ella, la dirigente “moral” por excelencia autoproclamada, la que desde hace años se embandera con la cruz, la que habla de “nuevo contrato” y de “refundación” y “parto doloroso”, la que desvió el programa a un verdadero curso bizarro, por ahorrarme la palabra siniestro.
Ahora Elisa Carrió habla de perdón. De reconciliación. Así como suena, así como se lo escucha y se lo lee. Elisa Carrió evalúa, en ese contexto, con esos energúmenos presentes en el estudio y con Julio López desaparecido, que en este país es necesario “reconciliarse”.
Nunca entendí del todo los procesos mentales de Elisa Carrió. Estuve a punto de votarla en las últimas elecciones. Era con quien más acordaba en la visión general del país. Y ahora, después de estos años en los que obsesivamente se ha negado a una actitud mínimamente conciliadora con al menos algo de lo que haga este Gobierno, Elisa Carrió parece haber mutado, haber derivado, haber degenerado en una mujer que es capaz, después de escuchar frases como que no hubo campos clandestinos, y con un testigo clave desaparecido, de decir que en este país hay que perdonar y que hay que reconciliarse.
¿Perdón? Solamente la ceguera más rabiosa puede hacer a alguien equivocar tanto la circunstancia de sus dichos. Y esa ceguera obliga, a esta espectadora en este caso, a decir esto, que no es fácil, uno sabe, porque Elisa Carrió ya creó el casillero “si me critica es porque no me entiende”, cuando no se trata de simples contratistas intelectuales del Gobierno. Elisa Carrió ha derogado, de facto, la posibilidad de que alguien simpatice con este Gobierno por razones legítimas y sin más interés que el político. Eso habla no sólo de una estrategia equivocada para vincularse con los otros, sino además de una visión estrábica de la realidad.
Pero que ahora Elisa Carrió haya emprendido una nueva etapa corrida de la baldosa histórica del progresismo argentino, como son los derechos humanos (su nuevo latiguillo es “hablemos de los derechos humanos de hoy” y después se pone a hablar del paco), nos indica algo, algo feo, algo extremadamente desagradable sobre su persona y su pensamiento.
La defensa y el alineamiento de Kirchner con los reclamos de los organismos de derechos humanos es una de las pocas cosas que nadie puede negar. Es un hecho, es un dato. Elisa Carrió no puede ni siquiera coincidir en eso con Kirchner. Pareciera que le es más fácil renunciar a reivindicaciones que exceden con creces el setentismo y esas pavadas: que los crímenes se pagan y se castigan es una regla básica de la civilización. Solamente alguien que ha renunciado a esa causa puede hablar de reconciliación con quinientos niños todavía desaparecidos, con genocidas que hablan de guerra civil, con gente que repite que volvería a hacer lo mismo, con gente en carne viva porque los traumas sociales, y debería saberlo la creadora de la Fundación Hannah Arendt, se instalan y tardan generaciones en ser superados.
El nuevo paso que ha dado Elisa Carrió obliga, lamentablemente –porque pudo haber sido una mujer importante en la política argentina– a separarla de los dirigentes que nos inspiran respeto. Su desborde ideológico ha sido demasiado grueso para seguir considerándola parte de los argentinos cuya opinión nos interesa. Una pena, Elisa Carrió.
Táctica
Merde....
domingo, septiembre 24, 2006
Aparición con vida de Julio López ¡YA!
Porque caso contrario, si se trata como parece de una desaparición en democracia, con todas las connotaciones macabras de la palabra. Si las bestias han vuelto al ruedo cuando parecía que se les venía la noche. Si ha sido secuestrado y está vivo y encerrado en este momento o, dios no lo quiera, torturado como castigo de su valentía. Si lo asesinaron como bien han sabido hacer....
Si algo asi está sucediendo, es que nos ha llegado el momento. El de demostrar cuanto hemos aprendido como sociedad en 30 años, cuanto es cierto y cuanto es cuento detras de tanto discurso, de las multitudinarias marchas los 24 de marzo, de los homenajes a los desaparecidos, de sus nombres en nuestras calles y en nuestras escuelas.
¿Cómo? Exigiendo desde hoy mismo su inmediata aparición con vida. Exigiendo la identificación y castigo de quienes esten involucrados en su secuestro, no sólo los ejecutores sino y principalmente los responsables intelectuales, pasando por todos los que hayan hecho la vista gorda. No podemos permitirnos dudar. La última vez que dudamos murió una generación, y su ausencia ha marcado nuestro presente.
Si tenes un blog pegá este afiche, y si no difundilo por todos los medios a tu alcance.
sábado, septiembre 23, 2006
Suicidas
Del historiador británico Eric Hobsbawm, en su paso por España para participar del Festival Hay.
No quiero hablar de religión. No quiero hablar del Islam. Prefiero señalar que los países donde esta fe es mayoritaria no han sido agresivos durante los dos últimos siglos. Lo que está ocurriendo ahora no puede despacharse con cuatro tópicos sobre diferencias religiosas. (...) El mundo cambió radicalmente con la globalización y se agravan las diferencias entre países pobres y ricos y dentro de cada país se hacen más profundas las diferencias sociales. (...) Los suicidas no actúan necesariamente por motivaciones religiosas, como ha explicado el estudio del doctor Pope sobre los kamikazes, sino que se enfrentan de una manera radical a la dominación extranjera.
lunes, septiembre 11, 2006
V.I. Arnold, On teaching mathematics
(el artículo completo es muy interesante)
viernes, septiembre 08, 2006
martes, septiembre 05, 2006
martes, agosto 08, 2006
¿Sos Pro o Anti?
________________________________________________________
Uff, que tema, es dificil decir algo que bien analizado no termine siendo una pelotudez...Me arriesgo...
Empecemos porque el "derecho a la vida" no existe. En medio del hambre, de las muertes por enfermedades evitables, de las guerras (en medio oriente, dios, cuando van a parar!) es un poco hipocrita plantearse la cuestion del aborto en esos terminos.
Tampoco el derecho de la mujer a elegir es tal, porque siempre es relativo ¿alguien puede decir seriamente que es diferente "elegir" cinco dias antes del parto o cinco dias despues? si antes, seria una eleccion personal, si despues, un asesinato...no suena muy logico. Agrandar el intervalo en meses no cambia la cuestion de fondo....
Lo que mucha gente no esta dispuesta a plantearse es que valores que detentamos absolutos, como la inviolavilidad de la vida humana, estan mal definidos, sus bordes son difusos y son una cuestion de grado. El borde entre "ser vivo" y "amasijo de celulas vivas" es difuso, el borde entre "ser humano racional" y "ser irracional" tambien lo es.
Podemos elegir poner un borde, siempre que lo hagamos de modo coherente, y sabiendo que se trata de una eleccion arbitraria. Digamos que ponemos un borde cuando pensamos que el feto ha desarrollado la autoconciencia (de acuerdo al desarrollo de su cerebro) porque creemos que esa es la caracteristica que lo hace humano ¿no seria hipocrita seguir matando otros seres que tambien son autoconcientes, que se yo, cetaceos o grandes simios?
No es un tema facil, y el fundamentalismo irracional de ambas partes no ayuda (y digo ambas, porque escuchar los argumentos de la posicion pro-eleccion me pone las neuronas de punta, no parecen haber pensado en el problema como no sea de un modo egoista y semireligioso).
Lo que intento decir aca esta, por supuesto mucho mejor escrito, en "Los dragones del eden" de Carl Sagan.
_________________________________________________________
Supongo que terminó siendo una pelotudez....
domingo, agosto 06, 2006
Diario desde el infierno, Robert Fisk
viernes, agosto 04, 2006
Milonga del Moro Judío - Jorge Drexler.
en Jerusalén la dorada
y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida,
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo,
no hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.
Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé qué dios es el mío
ni cuáles son mis hermanos.
No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.
Y a nadie le dí permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.
jueves, agosto 03, 2006
lunes, julio 31, 2006
Pagina/12 Web - ¿Hasta cuando? por Eduardo Galeano
En Caná, donde Jesús convirtió el agua en vino para celebrar el amor humano, el odio humano despedaza más de treinta niños en un largo bombardeo. La guerra sigue, como si nada. Como de costumbre, dicen que fue un error. ¿Hasta cuándo los horrores se seguirán llamando errores?
Esta guerra, esta carnicería de civiles, se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero?
La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron?
Hezbolá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo?
Irak, Afganistán, Palestina, Líbano. ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países impunemente?
Las torturas de Abu Ghraib, que han despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió el nombre pero no las mañas. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en nombre de la legítima defensa de la patria?
Israel ha desoído cuarenta y seis recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el privilegio de ser sordo?
Las Naciones Unidas recomiendan, pero no deciden. Cuando deciden, la Casa Blanca impide que decidan, porque tiene derecho de veto. La Casa Blanca ha vetado, en el Consejo de Seguridad, cuarenta resoluciones que condenaban a Israel. ¿Hasta cuándo las Naciones Unidas seguirán actuando como si fueran otro nombre de los Estados Unidos?
Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?
La historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la vida de cada israelí?
En proporción a la población, los cincuenta mil civiles, en su mayoría mujeres y niños, muertos en Irak, equivalen a ochocientos mil estadounidenses. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando, como si fuera costumbre, la matanza de iraquíes, en una guerra ciega que ha olvidado sus pretextos? ¿Hasta cuándo seguirá siendo normal que los vivos y los muertos sean de primera, segunda, tercera o cuarta categoría?
Irán está desarrollando la energía nuclear. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que eso basta para probar que un país es un peligro para la humanidad? A la llamada comunidad internacional no la angustia para nada el hecho de que Israel tenga doscientas cincuenta bombas atómicas, aunque es un país que vive al borde de un ataque de nervios. ¿Quién maneja el peligrosímetro universal? ¿Habrá sido Irán el país que arrojó las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki?
En la era de la globalización, el derecho de presión puede más que el derecho de expresión. Para justificar la ilegal ocupación de tierras palestinas, la guerra se llama paz. Los israelíes son patriotas y los palestinos son terroristas, y los terroristas siembran la alarma universal. ¿Hasta cuándo los medios de comunicación seguirán siendo miedos de comunicación?
Esta matanza de ahora, que no es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de la indignación?
Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas y a veces bastante más, como en Caná. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de Estado? ¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria palestina y repudian el manicomio fundamentalista?
Los terroristas se parecen entre sí: los terroristas de Estado, respetables hombres de gobierno, y los terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los tiempos de la Guerra Fría contra el totalitarismo comunista. Y todos actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra entre Israel y Hezbolá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes, quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Irak y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio, que fabrican fanáticos en serie?
Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible?
martes, junio 27, 2006
domingo, junio 11, 2006
"El ultimátum" Vervitsky, Pagina12 del domingo
Ojalá se equivoque, Don Horacio...
sábado, junio 10, 2006
Pagina12 del sabado, nota de Pasquini Durán
viernes, mayo 26, 2006
El opio del pueblo
lunes, mayo 22, 2006
Científicos chantapufis
Resulta que hace unas semanas, Página publicó un repotaje a un tal Dwernychuk (sip, así de impronunciable), que al parecer es un biólogo contratado por el Banco Mundial para ver que tan jodidas serán las papeleras para el medio ambiente. Invito al amable lector (si es que hay alguno) a darle una mirada al reportaje y luego seguir este post.
Escribí a Página lo siguiente:
Y me respondieron con la mejorEstimados:Es interesante el reportaje al biólogo Dwernychuk respecto de las papeleras.
Sin embargo, ese tipo de notas deberían estar precedidas por algún tipo de contexto para dejar en claro quién esta siendo reporteado. Para el público en general, un científico es un personaje para tomar en serio, basta con poner el título "El biólogo Fulano" para que el lector común tienda a tomar cualquier cosa que se diga como palabra santa científicamente probada.
Sin embargo eso no siempre es así, ya que como en cualquier otro grupo humano, los chantas abundan también entre los científicos. Afortunadamente, desde hace un tiempo, funciona el sitio scholar.google.com, el cual entre investigadores informalmente llamamos "la máquina de picar boludos" [sí, ya se que es una descripción muy poco técnica, pero bastante ajustada]. Se trata de una base de datos gratuita conteniendo links a todas las publicaciones de un dado investigador, junto con un resumen de el número de veces que un artículo ha sido citado (lo que mide la importancia cientifica del artículo, y por lo tanto la calidad y prestigio del autor)
Es muy fácil comprobar en ese sitio que el tal Dwernychuk no es ningún cientifico relevante, ni mucho menos. Ha escrito una veintena de artículos, todos ellos muy poco citados (varios sin ninguna cita en absoluto), lo que no sería tan malo en un estudiante de docotorado, pero es bastante pobre en un profesional que se permite opinar sobre impacto ambiental.
Les recomiendo ese sitio a la hora de reportear algun científico, es muy util como "desinflasapos"
Gracias por el dato. Voy a ver qué encuentro, aunque tengo la limitación de no saber sobre ciencia (ni sobre el mundo académico). Si podés ayudarme para entender mejor quién es Dwernychuk, será bienvenido.
Hola:
No tengo conocimiento directo sobre Dwernychuk (no soy biólogo). Lo que puedo hacer es contarte lo que hago cuando quiero "evaluar" que tan en serio deben ser tomados los dichos de un científico, pienso que eso te puede ser útil.
Un científico es "serio" si publica sus investigaciones en revistas internacionales, con llegada al mundo académico y donde sus artículos son aceptados a traves del sistema de "referato de pares", es decir que antes de publicar un artículo, es evaluado anónimamente por dos o tres "referees" expertos en el tema. Después de publicados, los artículos son leidos por otros, y motivan otras investigaciones, que cuando son publicadas incluyen una cita a los artículos que las motivaron. De este modo un científico "bueno" tiene varios articulos publicados y acumula una gran cantidad de citas. Despues de un cierto tiempo de laburo, eso debería garantizar una posición en alguna universidad o institucion academica.
El caso de Dwernychuck, sus ultimos artículos publicados en revistas internacionales son de la decada del 70 (es decir que hace 30 anios que no publica) el resto son reportes hechos por contrado desde la consultora en la que trabaja (sin ningún tipo de referato). Parece no haber tenido nunca una posición académica en alguna universidad (al menos no encontré nada en google scholar, para una búsqueda en una base de datos mas específica te debería ayudar algun biólogo). En cuanto al valor académico de sus articulos, el mas citado tiene 26 citas (eso esta bien, pero es el único) el siguiente 13 citas y el resto no pasa de 1 cita (lo cual quiere decir que "no sirve de mucho", en el sentido que nadie encontro sus artículos lo suficientemente interesantes como para trabajar en el área). Eso, que está muy bien para un estudiante de doctorado, es bastante poco para un tipo con treinta anios de laburo (según lo que dice en la pagina de Hatfield Consultants) y no alcanza para conseguir un puesto en el conicet, muchísimo menos en alguna institucion académica canadiense.Mi conclusión es que este señor no es un científico experto en contaminación, ni mucho menos, sino solamente un empleado de una consultora. Que tan en serio se deben tomar las consultoras depende de la opinión de cada uno. Mi humilde opinión (aunque pienso que casi cualquier otro investigador estara de acuerdo) es que trabajan para quien les paga, supongo que en este caso es el Banco Mundial, y que entonces sus reportes responderán a los intereses que los financian.
Bueno, espero que todo esto te sea útil, quedo a tu disposición.
sábado, mayo 13, 2006
Para la foto
Se pueden ver fotos en la página de Greenpeace y una la cobetura periodística en Pagina12.
Lo que me trae al tema, con el cual me topo recurrentemente, de si es progresista o no la defensa de la ecología habiendo tantas cosas mas importantes. Una idea al parecer muy extendida en el pensamiento de izquierda de nuestras pampas, entre los intelectuales de cuna setentista, los militantes universitarios y, claro, algunos periodistas.
La cuestion se plantea cuando, por algún acontecimiento como el de Viena, el tema de la ecología se pone sobre la mesa. Entonces infaltable en alguna conversación de café, surge casi automática en los labios de los bienpensantes, la frase despectiva hacia esos boluditos que pierden tiempo en causas burguesas (como, digamos, la de salvar a las ballenas), mientras tantas cuetiones postergadas nos acucian (como, digamos, los chicos hambrientos de Misiones).
Si intento argumentar, los pocos que se molestan en cimentar su argumento dicen que no hay que gastar tiempo y esfuerzo en salvar un rio, un monte o una especie animal, que es egoista hacerlo, y que todo ese esfuerzo debería dirigirse hacia alguna urgente causa social. Que si fuera necesario talar el Amazonas para darle trabajo a los pobres brasileños, entonces adelante, para que queremos los árboles despues de todo. Que las papeleras (o las minas a cielo abierto, de las que los medios parecen haberse olvidado, dado que es mas fácil pegarle a Tabaré) darán trabajo antes que nada, y es más importante pedirles que respeto a sus trabajadores que pulcritud con el medio ambiente.
Lo notable es que esta gente parece ver una contradicción entre una cosa y la otra, sin entender que es en la naturaleza predatoria de los dueños del poder que se inscriben ambos fenomenos: la pobreza y la destrucción de la naturaleza. No parecen notar que ambas luchas, una por la justicia social y los derechos humanos, y la otra por la protección del medio ambiente, se libran contra dos efectos diferentes de la misma causa, que es un orden humano donde el único respeto se basa en el poder (en criollo: si no te temo te uso y si no te destruyo).
¿Es que no es evidente que las petroleras que hambrearon las ciudades patagonicas despues de la privatización de YPF son las mismas que vierten tóxicos donde les quede cómodo? ¿No es obvio que quienes le roban a Bolivia son quienes la destruyen?
Y los derechos humanos tampoco estan desligados de la cuestión. En nuetras actitudes reales hacia el mundo se pueden leer aquéllas potenciales hacia nuestros semejantes ¿no es evidente que quien hoy no siente horror sino placer al matar un ciervo, pertenece a la misma caballeria espiritual de quien mañana pide paredón para los ladrones de gallinas? ¿quién ve sin conmoverse una riña de gallos no le resulta fácil aceptar las torturas a un preso en una carcel bonaerense?
En general mis discusiones nunca llegan hasta tan lejos. A mitad de camino mi bienpensante interlocutor seguramente me tildará de gorila burgués, y se alejará con aire ofendido, a buscar otros bienpensantes con los cuales compartir un partidito futbol cinco, gastarse en una canchita lo que come una familia pobre en una semana. Por supuesto sin dedicar él tampoco un segundo a esas supuestas cuestiones más importantes que los ambientalistas olvidan.
jueves, mayo 11, 2006
Del monton
Traduzco de Marginal Revolution:
Hace varios años, leí sobre el experimento que demuestra que las caras promedio son juzgadas más hermosas que las caras no-promedio. En "No Two Alike" de Judith Harris, hay una figura llamativa que lo muestra. Con una pequeña búsqueda en la web pude duplicar la figura, que se basa en la investigación original. Los dos cuadros superiores son los promedios de dos caras, los dos siguientes son promedios de 4, 8, y 16 caras y el cuadro final es un promedio de 32 caras.
Guau, no me preocuparé más cuando alguien me dice que luzco "del monton"
Vale la pena verlo. Y aqui hay otro ejemplo aún más elaborado
Al agua pato
Supongo que no me dedicare a escribir demasiado (bastante tiempo pierdo ya navegando) sino mas bien postear cosas interesantes que encuentre por ahi en la hueb. Fotos tal vez, links a otros blogs, y algun que otro comentario sobre temas que me interesen.
Y eso es todo ¿que esperabas? ¿un proyecto politico? ¿o literario? Ni ahi, me da fiaca...