Para quienes no somos tan jóvenes, la fecha 11 de septiembre no sólo evoca el atentado sobre el World Trade Center hace hoy diez años, sino también el golpe de estado que derrocó al presidente democrático chileno Salvador Allende allá en 1973. Sirva su último discurso, pronunciado cuando sabía segura su muerte, para contrastar a aquél hombre con su cobarde asesino, quien murió fingiéndose demente para escapar a la justicia. Como medida de los crímenes que cometió la dictadura, baste mencionar que debieron pasar nada menos que 38 años para que una generación de chilenos que no vivió el terror, se animase a desafiar nuevamente al poder. Hoy esos jóvenes reclaman educación gratuita y de calidad en su país, demostrando una comprensión profunda de los mecanismos que mantienen el poder en manos de unos pocos, para los cuales es condición necesaria un pueblo poco entrenado en el ejercicio del pensamiento. Valgan las siguientes líneas como prueba de lo fácil que resulta desarmar las mentiras en las que se apoya el poder cuando se cuenta con dicho entrenamiento.
En las primeras lecciones de física del secundario, se aprende que un cuerpo que parte desde el reposo con aceleración a, recorre luego de un tiempo t una distancia d, dada por
Por otro lado la segunda ley de Newton dice que un cuerpo de masa M que cae sometido a la vez a la atracción de la tierra dada por su peso M g y a una fuerza de frenado constante F, aumenta su velocidad con una aceleración a que cumple
Despejando la aceleración de la primera fórmula e introduciéndola en la segunda, es posible usar esta última para obtener la fuerza de frenado. El resultado es
Hasta aquí es física del secundario, los detalles se pueden encontrar en los primeros capítulos de cualquier libro de texto.
Apliquemos esta fórmula a la caída de las torres del World Trade Center. Como se puede comprobar en los innumerables videos que se pueden encontrar en YouTube, el tiempo de caída de las torres WTC1 y WTC2 fue de unos t = 9 segundos aproximadamente. Dado que no podemos estar completamente seguros de este valor, ya que los diferentes videos fueron filmados con cámaras distintas y desde perspectivas diversas, seamos conservadores y asignémosle un error de observación de aproximadamete medio segundo, el cual se propagará al resultado final. La altura de las torres según se puede ver en Wikipedia era de d = 417m. La aceleración de la gravedad es de g = 9,8 m/s2. Con estos números se puede ver en la fórmula anterior que la fuerza que actuó frenando la caída de las torres fue de aproximadamente F = 0,5 M con un error de observación de 0,57 M. Es decir que la fuerza es más pequeña que el error de observación, o "nula dentro del error experimental".
Es otras palabras, los datos con los que contamos se ajustan casi perfectamente a un modelo del colapso de las torres donde F es cero o muy pequeña, y contradicen flagrantemente los modelos donde F es importante. En particular, queda descartado inmediatamente el modelo oficial, conocido como "efecto panqueque", en el cual la porción superior del edificio, la que estaba por encima de donde impactó el avión (el piso 103 en la torre sur) cayó sobre el piso 103 y provocó el rompimiento las columnas que lo sostenían. La subsecuente caída del conjunto sobre el piso 102 repitió el proceso, y así sucesivamente hasta la planta baja. Es fácil ver que esto conlleva una fuerza de frenado importante. En efecto, en cada impacto el bloque superior ejerce sobre el piso sobre el cual golpea una fuerza lo bastante grande como para romper sus columnas, la tercera ley de Newton implica entonces que dicho piso ejercerá sobre el bloque superior una fuerza igual y en sentido contrario, que actuaría como fuerza de frenado. Dado que nuestro sencillo cálculo demuestra que tal fuerza es pequeña o nula, el modelo oficial queda falsado.
Es decir, la evidencia es más consistente con la hipótesis de que las torres cayeron por su propio peso, sin que actuara durante su caída virtualmente ninguna fuerza de frenado. Esto implica que la fuerza de las columnas que sostenían el edificio desapareció mágicamente de algún modo. Incluso si el fuego fuera capaz de ablandar el acero de la estructura, como dudosamente sostiene la versión oficial, eso solo sucedería a la altura del piso 103. No hay ninguna razón para que el fuego debilitara la fuerza de frenado que deberían haber ejercido las columnas del piso 50, las cuales estaban unos 200 metros por debajo de las llamas.
En conclusión, hay una sola explicación posible para el colapso de las torres, y es pavoroso que la presión de los medios de comunicación de masas, que el poder controla a su antojo, junto con el poco ejercicio del pueblo norteamericano en el uso de la razón, haya logrado mantenerla fuera de cualquier agenda durante una década.