viernes, julio 20, 2007

Otro retorno.

Trieste, hora del almuerzo. Científicos jóvenes en un importante centro internacional de investigación. Conversan sobre la suerte de uno de ellos, deprimido porque retorna a su pais de origen luego de una productiva estadia de investigación en el extranjero:
- No quiero volver, -se lamenta el argentino- allá no me dejan laburar, todo el tiempo peleando por estupideces. Burocracia... Patroncitos de estancia... La mediocirdad institucionalizada me destruye...
- Bueno, no puede ser tan malo, Maldacena es argentino -Dice, inocentemente, el alemán.
- Claro. Pero no te olvides que vive en Princeton. Al igual que Milstein, que Virasoro, y tantos otros, buenos científicos porque escaparon de la picadora de carne. Alla "piensa luego mueres" es la regla.
- Bueno, siempre podes escapar cada tanto -dice la inglesa, pobrecita ella- despues de todo un par de viajes al año te podrían pagar, ahora que tienen plata.
- No. Mi insitituto no paga los viajes al extranjero de los investigadores "asistentes" como yo. Solo les paga a aquellos lo bastante viejos e improductivos como para perder su tiempo en la pelea política. Quienes nos dedicamos a la ciencia no ligamos un peso.
- Cagate en todos -sugiere el italiano, quien fiel a su nacionalidad no espera nada del poder pero cree que al menos puede ignorarlo.
- Me encantaría, pero si me distraigo me serruchan el piso- Dice el argentino. Esta frase va seguida de una laboriosa traduccion al inglés internacional de la metáfora "serruchar el piso", y de su interpretación en la realidad sudaca.
- Bueno, yo tengo una idea -El japonés propone.
- Pará macho, a mi el harakiri no me va, cuestión de historia ¿viste? Como que no me cierra, que sé yo...
- Bueno, no, masomenos. Te estaba por sugerir que hagas como Majorana. - Nota del cronista: Ettore Majorana, relevante físico siciliano casi autodidacta. Abrumado por la tensión entre abandonar completamente la tierra natal para dedicarse a su pasión científica o dejar completamente la física para quedarse en Catania, subió al traghetto Reggio Calabria-Messina pero jamas desembarcó del otro lado. Se especuló acerca de su suicidio. Nunca más se supo nada de él.
- Es una buena idea -comenta el argento- me tiro del avión en el medio de Atlántico, nadie sabe nada, nadie llora por mí. Me dedico a criar patos en Cambridge el resto de mi vida, publico un papercito con nombre falso cada tanto.....
La cámara se aleja de la escena mientras el mozo les trae el café.
Epílogo: el argentino se toma en serio la idea del japonés (por algo sobrevivieron a dos bombas atómicas, piensa). Busca "Ettore Majorana" en Wikipedia. Y lee: "se especula que, como tantos otros sicialianos de su época, Majorana huyo a la República Argentina luego de su desaparición". Y nuestro héroe se corta las venas...

martes, julio 10, 2007

Ellos

Ellos trajeron la nieve a Buenos Aires. Lograron que, luego de casi noventa años de intentos fallidos, esta vez encontrara su camino hasta el suelo a través de una baja atmósfera excepcionalmente fría. Y no es pequeño su logro, para el que debieron desplazar las masas de aire antárticas tan al norte como no han estado nunca. Lo hicieron mediante una sutil pero persistente elevación de la temperatura media global.

Son buenos ingenieros, no cabe duda. Saben que la mejor manera de elevar la temperatura es evitando que el calor del sol que llega a la tierra se refleje en ella y vuelva al espacio. Y que para eso, nada mejor que el dióxido de carbono. Conocen el ejemplo de Venus, que con una atmósfera compuesta casi completamente de ese gas tiene una temperatura superficial de mas de cuatrocientos grados centígrados, a pesar de que sobre el incide una radiación solar apenas mayor que la que incide sobre la Tierra.

Elevar la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre es fácil, lo saben muy bien. Basto con que talaran veinte millones de hectareas de bosques tropicales, para disminuir en forma notable la capacidad de absorción vegetal del dicho gas. Y luego, tan eficientes como económicos, quemaron la madera. Y todo el combustible fósil que encontraron a mano. Agotado este, planean talar aun mas para plantar soja, porque saben que las praderas bajas no filtran ni la mitad del gas que filtran las selvas. Con la soja harán mas combustible, que seguirán quemando. Ellos son inteligentes.

Su objetivo no esta lejos. Si logran elevar la temperatura unos grados mas, lo suficiente como para matar los pocos bosques supervivientes, el desequilibrio sera catastrófico. Ya no habrá vuelta atrás. Probablemente ya no la hay: la temperatura, que durante eones ha seguido fielmente las oscilaciones del la concentración de dióxido de carbono, intentara esta vez seguir el ultimo pico que ellos han provocado. Y, finalmente, serán los vencedores.



domingo, junio 24, 2007

Exp[i Pi] + 1 = 0, por lo tanto, Dios existe - Post I: los razonamientos validos

(Hoy vamos con un post "duro" para sublimar la amargura de la estupidez capitalina.)

Por alguna extraña razón, algunas falencias en la educación científica contra las que suelo despotricar en privado se potencian en la blogósfera. Desde que me sumergí en ella hace ya algún tiempo, me he topado repetidamente con errores conceptuales sobre el significado de la jerga o incluso sobre el funcionamiento del método científico en si mismo.

Por ejemplo, vamos con uno de los mas graves. En infinidad de discusiones sobre una variedad de temas, los participantes esgrimen la lógica cual arma infalible para establecer verdades. Argumentan haber demostrado lógicamente la veracidad de su tesis, y acusan a su interlocutor de irracional o directamente estúpido por no aceptarlo.

Me propongo en este post repetir lo que he escrito a este respecto cada vez que me he topado con eso en algún comment. Podria resumirse en la siguiente afirmación:

"Usando solo las reglas de la lógica no es posible demostrar la veracidad ni falsedad de absolutamente ninguna afirmación."

¿Que le pasa? ¿se volvio loco este tipo? ¿un tardío ataque posmo? Para nada, solo dar por el chancho lo que el chancho vale, ni un peso más.

Podemos definir lógica como el arte de razonar correctamente. Los elementos constitutivos elementales de un razonamiento son las proposiciones, que se definen como aquellas frases sobre las cuales tiene sentido afirmar que son verdaderas o falsas. Por ejemplo:

- "Si (como el griego afirma en el Cratilo) / el nombre es arquetipo de la cosa, / en las letras de rosa está la rosa / y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'. " es, ademas de bella, una frase sobre la que claramente se puede afirmar su veracidad o falsedad. Notese que no es necesario tomar partido por alguna de ambas opciones para identificarla como una proposición, siendo las proposiciones falsas tan buenas como las verdaderas. De hecho, al trabajar con proposiciones para formar razonamientos, es un error creerlas verdaderas.

- "El horror, el horror" no es una proposición. Simplemente no podría ser ni verdadera ni falsa, ninguna de las dos opciones tendria sentido. Por lo tanto, una frase de este tipo no tiene cabida para formar razonamientos.

Bueno ¿y qué se hace con las proposiciones? En principio las proposiciones se pueden combinar usando los llamados conectivos lógicos para formar con ellas proposiciones más complicadas. Para ser concretos: existen dos y sólo dos conectivos lógicos, a saber la conjuncion "y" y la disyunción "o". Con ellos formamos una proposicion a partir de dos "más elementales". Por ejemplo, la proposición "a cada chancho le llega su San Martin", y la proposición "no por mucho madrugar se amanece mas temprano" se pueden combinar con la conjunción formando la proposición compuesta "a cada chancho le llega su San Martin y no por mucho madrugar se amanece mas temprano". O bien podríamos usar la disyunción obteniendo "a cada chancho le llega su San Martin o no por mucho madrugar se amanece mas temprano".

Además, las proposiciones se pueden negar, es decir escribir la proposicion que afirma lo contrario. Por ejemplo la negacion de "La nación argentina elige para su gobierno la forma representativa republicana y federal", se puede escribir como "La nación argentina no elige para su gobierno la forma representativa republicana y federal". Nótese que en ningun momento se habló de la veracidad de esta proposición (que es dudosa, en todo caso).

De este modo, tomando la conjunción de un conjunto de proposiciones iniciales llamadas premisas se escribe la hipótesis. En breve, si las premisas son aquélla que afirma que "todos los hombres son mortales" y la otra que agrega que "Sócrates es hombre", la hipótesis se escribe "todos los hombres son mortales y Sócrates es hombre". Por otro lado, tenemos otra proposición llamada conclusión, que este caso es, claro, "Sócrates es mortal". Se llama razonamiento a la proposición compuesta que se escribe como no premisa o conclusión. Suena raro pero el ejemplo puede clarificar "no es cierto que todos los hombres sean mortales y que Sócrates sea hombre, o Socrates es mortal".

El razonamiento se dice lógicamente válido (que no es lo mismo que verdadero) si cualquiera sea el valor de verdad de las premisas, el razonamiento resulta ser verdadero. Es decir si es una tautología. Es facil demostrar que el razonamiento sobre socrates lo es.

Insisto que hasta aquí nada se ha dicho sobre el valor de verdad de las proposiciones elementales. No hemos demostrado que Socrates es mortal, sino que si todos los hombres son mortales y si socrates es un hombre, entonces lo es. "Socrates" podria ser un lindo nombre para mi perro, para quien una de las premisas seria falsa, y luego todo el razonamiento seria inutil. Es decir que la logica nada nos dijo acerca de la veracidad de la conclusion, sino que nos mostro como esta depende de la veracidad de las premisas.

Para conocer el valor de verdad de la conclusion de un razonamiento hay que establecer una valuacion para sus premisas. Es decir, darle un valor de verdad a cada una de ellas. Pero la discusion acerca de como se hace eso la dejo para otro post.

Un nuevo movimiento politico, el "sontodoslomismismo".



Podemos distinguir seguir igual de retroceder? O somos asi de pelotudos?
(confirmado, despues del cierre: lo somos)



lunes, junio 04, 2007

Una mas y no jodo mas.

A la descripción del mobbing o acoso moral del post anterior, sumo aquí la parte que más me impresionó a mientras me informaba sobre el tema: la descripción de los personajes involucrados.

A medida que leía las características de personalidad del acosador o mobber, mi boca se iba abriendo en bobo gesto de asombro. Innumerables páginas web parecían referirse, sin nombrarla, al misma persona que casualmente y para mi mal yo conocía de cerca. Hasta el más pequeño detalle coincidía perfectamente con la idea que me había hecho de quién me psicopateó durante años. La precisión era tan grande que me planteé dos posible explicaciones: o el kía no era nada original sino que representaba el arquetipo del mobber y lo que me sucedió a mi era un ejemplo de lo que muchas personas habían pasado, o yo estaba fundiendo bielas y me imaginaba similitudes donde no las había. Una rápida consulta con otras personas que lo habían sufrido sirvió para descartar la segunda hipótesis.

Las características de personalidad del acosado, de la persona propensa por alguna razón a sufrir mobbing, y los efectos que eso le causa, también mostraron un importante grado de acuerdo con lo que se dice de mí (con la excepción de algunos conceptos elogiosos que no se me aplican).

Así que, basta de aburrirlos, aquí están y estos son los protagonistas del mobbing.

El acosador

Una descripción de los rasgos que delatan a un acosador:

Personalidad Jekyll y Hyde: se muestra violento, desagradable y vengativo, habitualmente en privado, con la víctima, pero encantador con el resto de los compañeros.

Mentiroso: miente compulsivamente, convence con continuos engaños.

Encantador: ante sus superiores o iguales, a los que muestra su lado más amable, para resultar convincente, y compensar así su falta de empatía.

Falsa apariencia de seguridad: una fachada para ocultar su verdadera inseguridad.

Controlador: obsesionado con el control y con la supervisión de todas las cuestiones; de de modo de poder manipular todo a su antojo.

Crítico: en pocas ocasiones alaba el trabajo de los demás. Critica todo aquello por lo que se le solicita algún juicio u opinión, de modo poco o nada constructivo.

Irritable: ante cualquier contrariedad, es habitual que reaccione de forma airada e irritada.

Buen actor: no observa diferencia entre el papel que representa, que es aquella manera con la que desea que se le reconozca, y la persona que realmente es.

Líder convencido: ya que no le cabe duda de su capacidad de liderazgo, a pesar de no ser capaz de distinguir la diferencia entre liderar e intimidar, que es lo que habitualmente practica.

Incapaz de asumir culpas: reaccionando con irritabilidad y agresividad cuando se le piden explicaciones o justificaciones.

Es una persona fría y calculadora, pero ¿qué motivos tiene en realidad para iniciar el acoso moral?. Se ha apuntado como motivación la propia incapacidad personal del acosador, que se encuentra cumpliendo un dado rol sin tener las cualidades para ello; con lo que su reacción es infravalorar a los demás, para que su incompetencia no sea evidente. En ocasiones siente clara envidia por algunas cualidades de la persona a quien acosa.

Otros investigadores apuntan que se pueden identificar comportamientos patológicos de tipo del trastorno narcicista o el trastorno psicopático:

• El narcista:

Trata de demostrar su valía de manera continua para así sentirse seguro, de modo que debe existir una identificación plena entre la imagen que espera proyectar y la que realmente representa en público. Tiene la profunda necesidad de destruir a los demás. Emplea el acoso porque puede ver su autoimagen continuamente amenazada por otras personas. Una descripción de la patología narcisista destaca como rasgos sobresalientes: La grandiosidad, el egocentrismo, y una notable falta de interés y de empatía hacia los demás, además de una enorme necesidad de aprobación por parte de los otros. Puede desarrollar sentimientos de envidia hacia aquellos que poseen cualidades que el no tiene, o simplemente cuando parecen disfrutar de sus vidas. Suelen tener incapacidad para expresar sentimientos de tristeza, duelo, y reacciones depresivas. El narcisista se considera la persona más importante de la organización; es habitual que alardee de sus grandes logros profesionales, olvidándose siempre del equipo que ha trabajado con él, y que ha contribuido a conseguir ese éxito profesional. Las posibilidades de cambio en la personalidad de un individuo con trastornos narcisistas son escasas.

• Los trastornos psicopáticos:

El perfil del psicópata organizacional es el de un individuo que logra abrirse camino en la mediante la manipulación y la seducción. No es fácilmente detectable. Los siguientes rasgos son característicos:

Ausencia de empatía: el psicópata organizacional no tiene sentimientos ni emociones, por lo que no posee la capacidad de conectar con la gente, teniendo que fingir continuamente, ya que así le conviene en su propio interés.

Ausencia de remordimientos: el acosador que sufre este trastorno es incapaz de sentir remordimientos, pena, culpabilidad, aunque a veces lo pudiera parecer, ya que puede fingir si le conviene.

Capacidad superficial de encanto: facilidad de palabra, capacidad para embaucar y tergiversar la verdad. Su capacidad de encantamiento es tal que cuando se le acusa nadie puede dar crédito a tal acusación.

Estilo de vida parasitario: al igual que el perverso narcisista, el psicópata organizacional también suele vivir profesionalmente de los demás.

Manipulación: al psicópata lo único que le interesa y le mueve es conseguir lo que quiere, y hará todo lo que esté en sus manos para conseguirlo, sin importarle lo más mínimo el «pisotear» a quien sea si le considera un competidor, empleando amenazas si ha de deshacerse de los débiles, o el chantaje o compra si se trata de un fuerte competidor.

Mentira sistemática y compulsiva: el psicópata organizacional miente con una gran facilidad, y además posee la cualidad de improvisación; esto le convierte en un experto en falsear la realidad, lo que le ha servido para alcanzar una posición que no merece.

Sentido grandioso de los propios méritos: aquí también coincide con el narcisista; es decir, que tiene también la creencia de que su entorno le debe todo, porque él es el mejor.

El acosador utiliza, además de esas características variables en su personalidad, una serie de condiciones situacionales que serán imprescindibles, y sin las que la labor de destrucción psicológica será imposible.

El secreto de sus actuaciones:Es habitual que los acosadores actúen en privado con la víctima, aprovechando el secretismo de sus actuaciones para manipular, distorsionar y perjudicar el trabajo, la reputación o la imagen profesional de la víctima, que puede que no sea consciente de ello hasta que el daño esté ya ocasionado. Esta ocultación de los hechos hace difícil probar los comportamientos agresivos.

La vergüenza de la víctima: culpabilización El desarrollo de sentimientos de vergüenza por parte de la víctima resulta clave para que se produzca la paralización, permitiendo así que el acoso se prolongue en el tiempo. El acosador consigue que la víctima elimine la buena opinión que ésta tiene de sí misma, y se produzca la equivocada idea de que «la culpable es ella misma».

Los testigos mudos (atemorizados)Existen compañeros de la víctima que son testigos del acoso, pero que, con su actitud, parecen colaborar de forma tácita en el mismo. Su silencio, provocado por la «obediencia debida», puede incluso transformarse en colaboraciones activas, en forma de agresiones que suelen llevar el refrendo de alguna persona con mayor grado de autoridad.

El acosado [aqui los conceptos elogiosos no se me aplican]

No existen evidencias para afirmar que existan trabajadores que, por sus características personales, puedan ser etiquetados apriorísticamente como víctimas propiciatorias. Sin embargo, la reacción del hostigado ante este tipo de problemas y las consecuencias que se derivan de estas conductas agresivas, puede variar en función de unas determinadas características personales. Muchas de las personas que se han identificado como víctimas de acoso psicológico, son personas sensibles y vulnerables, lo que puede haber influido en la elección como objeto del acoso, aunque estos mismos rasgos suelen favorecer la respuesta patológica ante las acciones del acosador.

Frecuentemente se trata de personas con altos niveles de autoexigencia, respetuosas con las formas sociales, preocupadas por su imagen ante los demás, ordenadas, meticulosas, introvertidas, con baja tolerancia a la frustración, tendencia a experimentar ansiedad, dificultad para reconocer sus propias emociones y transmitir sus sentimientos, etc.

Algunos rasgos que pueden ilustrarnos el perfil psicológico del acosado los siguientes:

La autenticidad. La víctima suele ser una persona comprometida con sus propias dinámicas de desarrollo, que persigue ante todo la autorrealización y el autoconocimiento.

La inocencia. La víctima es incapaz de dañar y de descubrir las intenciones ocultas de los demás. Prefiere puestos que le permitan aplicar su capacidad empática.

La dependencia afectiva. El acosado suele tener la necesidad de ser querido y aceptado, por lo que suele proteger y conservar sus lazos interpersonales, incluso ante la evidencia de que puedan conllevar componentes negativos.

Una clasificacion a los sujetos con riesgo de padecer mobbing consta de tres grandes grupos:

Los envidiables: Personas brillantes y atractivas, que con su mera presencia amenazan los sentimientos de superioridad del acosador.

Los vulnerables: Individuos con alguna peculiaridad o defecto o simplemente necesitados de afecto y aprobación.

Los amenazantes: Activos, eficaces y trabajadores, que ponen en evidencia lo establecido y pretenden implantar reformas.

La tipología de los posibles acosados es la siguiente:

Personas con elevada ética, honradez y rectitud, así como un alto sentido de la justicia. Suelen ser individuos de actitud noble, que se caracterizan por intentar que las organizaciones actúen con ética y dignidad.

Personas autónomas, independientes y con iniciativa. Poseen la madurez psicológica suficiente como para tener un criterio independiente, autonomía de actuación y capacidad para tomar la iniciativa.

Personas altamente capacitadas por su inteligencia y aptitudes, que destacan por su brillantez profesional. Que poseen grandes conocimientos y se conducen con una elevada calidad profesional, rigor, rapidez y eficacia en el desempeño de su trabajo.

Personas populares, líderes informales entre sus compañeros o con carisma para liderar grupos.

Personas con un alto sentido cooperativo y de trabajo en equipo. Personas con gran capacidad de relación que colaboran con el resto de compañeros, facilitándoles instrumentos y medios para la consecución de objetivos colectivos.

Personas con elevada capacidad empática, sensibilidad, comprensión del sufrimiento ajeno e interés por el desarrollo y el bienestar de los demás.

Personas con situaciones personales o familiares altamente satisfactorias y positivas. Contentas, integradas y satisfechas, con una vida familiar satisfactoria o con una vida de pareja que funciona.

lunes, mayo 21, 2007

Algunas palabras sobre el aborto.

Comenté lo que sigue en un debate en un blog católico, apoyando los argumentos racionalistas del amigo Jack Celliers. El administrador decidió que la discusión se le iba de las manos y la cerró. Oscurantismo, lo llamaría yo...
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Déjeseme decir primero que los argumentos más usuales de los grupos abortistas me parecen tristísimos. El derecho de la mujer a hacer con su cuerpo lo que guste nunca puede ser superior al derecho a la vida del ser humano, y por lo tanto no la libra de la responsabilidad por sus actos sobre la vida de los demás. Es un argumento rebatible con esa facilidad. ¿Podemos entonces oponernos sin más al aborto y decir “punto”?

No lo creo. El verdadero problema es que el derecho que consideramos superior a cualquier otro, el derecho de la vida del ser humano, se topa con una barrera conceptual muy difícil de saltar: no tenemos una definición aceptada de qué es estar vivo, ni mucho menos contamos con una definición de qué cosa es un ser humano. Y ésta es, realmente, la discusión.

Desde mi punto de vista, aferrarse a las tradiciones provenientes de épocas pre-científicas, según las cuales las palabras tienen un significado binario, “si o no”, “es o no es” es completamente inconducente. Estamos acostumbrados a creer que la palabra “pato” designa algo ontológicamente diferente de la alocución “no pato”. Pero el mundo es mucho más complejo que eso. Un pato es un pato cuando vuela sobre la laguna, pero ¿sigue siéndolo cuando un cazador lo mete en su bolsa? ¿luego de horneado? ¿y de digerido? ¿cuando exactamente, en qué preciso instante, dejó de ser un pato? El mundo no es tan sencillo. Es mucho más complejo que la descripción que nuestras palabras pueden hacer de él. Lo único que es apropiado decir es que algunas propiedades que consideramos características de un pato persisten sólo hasta el tiro de escopeta, mientras que otras (el material genético, tan caro a esta discusión) aún duran en el estómago del comensal.

Sin voluntad de escandalizar con la comparación, permítanme extender la observación al caso de la definición de un ser humano. Algunas características intrínsecamente humanas están presentes en cualquier célula, otras sólo en el espermatozoide y en el óvulo, algunas exclusivamente en el cigoto, y unas pocas son privativas de un feto desarrollado. ¿Cuál de esas características es la queremos proteger cuando hablamos del derecho a la vida? No digamos “todas” porque eso es simplemente imposible. ¿Cual?

Y aquí entran las opiniones. Es la mía (y no tan mia) que la característica definitoria de un ser humano es su consciencia. Por lo tanto, cuando hablamos de proteger la vida queremos decir proteger cualquier entidad consciente. En particular, es consciente un feto cuyo neocortex se halle desarrollado y no lo es ni un cigoto ni un espermatozoide. Por lo tanto la prohibición al aborto debería aparecer a partir del desarrollo del neocortex (creo que son aproximadamente unos tres meses).

Por consistencia, cualquier definición debería extenderse a cualquier entidad cuyo neocortex sea comparable al de un feto de tres meses. Por ejemplo los cetáceos y los grandes simios. Y también por consistencia, deberíamos olvidar alaridos escandalizados hablando de salvar la vida de un cigoto “desde el momento mismo de la concepción”.

Se critica todo límite diferente del de la concepción por artificial. Deberíamos darnos cuenta de que no existe otro tipo de límite que el artficial, en el sentido de aquel que es decidido por el hombre y no por la naturaleza, la cual no nos da límites tan claros. Porque cuando decidimos qué es humano y qué no lo es, estamos simplemente definiendo una palabra, que es el más artificial de los objetos.
El antiabortista prefiere llamar humano a todos los estadíos del óvulo después de fecundado. De acuerdo, pero debe entender que esa es sólo su definición. Para que su definición sea aceptada por todos los demás, incluyendo por aquéllos que no somos religiosos, debe fundamentarla de un modo que podamos compartir. Intuyo que el fundamento de muchos católicos es que dios pone el alma en el cigoto en el mismísimo momento en el que el espermatozoide entra en el ovulo. Ese podría ser un argumento atendible si yo creyera en dios, pero como no creo, para convencerme de su validez mi interlocutor debe darme razones que yo pueda comprobar por mi mismo. Es decir debe usar el método científico.

Y aquí está el problema. Cuando empezamos a intentar fundamentar científicamente esa definición de humano caemos en un remolino infinito de discusiones y peros, en especial porque el argumento de la “potencialidad” de un feto es un argumento algo débil.
El mundo es mucho mas complicado que lo que nuestras palabras pueden decir de él. No soy creyente, pero si lo fuera no podría menos que considerar falto de fé a quién no viera en eso la grandeza de dios. A mi me alcanza con verlo como un ejemplo más de cuanto supera la naturaleza a esa pequeña parte de ella que llamamos nuestro cerebro.

miércoles, mayo 16, 2007

"Mobbing" o acoso moral

Cuando cayó en mis manos la primera descripción del fenómeno, creo que en una de las malas versiones divulgativas a las que nos tienen acostumbrados los diarios, quedé pasmado. Acostumbrado al tratamiento superficial y vago que es usual en tales artículos, me disponía a dejarlo rápidamente de lado, más por referirse a una disciplina que me es completamente ajena, y sobre la que tengo enormes prejuicios y peores juicios: el de la sociología de las organizaciones.

Pero luego de la lectura diagonal del primer párrafo, mi mandíbula golpeó sonoramente la mesa: allí estaba descripta, con la precisión del relato de un testigo presencial, la situación que sufrí durante varios años, que me arruinó la salud y a punto estuvo de arruinarme la carrera. Hasta el más ínfimo detalle ajustaba perfectamente. Una lectura más profunda y una exhaustiva investigación en Internet confirmaron la primera impresión: no se trataba de una mera coincidencia, lo que yo había vivido es una situación común en cierto tipo de organizaciones y se lo considera un serio problema, ya bien estudiado y caracterizado: el “mobbing” o “acoso moral”.

Si bien al momento de este descubrimiento ya había logrado escapar de esa situación enfermiza, el hecho de saber que yo no era el único, que no hice nada para merecerlo y que nunca estuvo en mis manos evitarlo, me alivió profundamente. Lo comparto aquí con la idea de que pueda ser útil para alguien.
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­­­­Mobbing proviene del verbo to mob, cuya traducción literal podría ser: atropellar, molestar, acosar, maltratar, linchar, etc. El etólogo Konrad Lorenz, que lo utilizó al estudiar las conductas de supervivencia de algunas especies animales, y posteriormente, Heinz Leymann lo aplicó al ámbito laboral, definiéndolo como aquella situación en la que una persona o grupo de personas ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática (al menos, una vez por semana) y recurrente (como mínimo de seis meses), sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad de:

• destruir el entramado de comunicación de la víctima o víctimas,

• destruir su reputación,

• perturbar el ejercicio de sus labores,

• y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo.

Entre algunas de las características más destacables de las conductas del mobbing, destacan las siguientes:

• La intencionalidad, puesto que no se trata de una situación accidental, producto del estrés generado en el ambiente de trabajo, sino que nace con la evidente intención de dañar.

• La repetición, dado que sólo de esta manera se consigue minar la resistencia psicológica y física del acosado.

• La persistencia en el tiempo, ya que no se trata de sucesos ocasionales que se produzcan ante determinadas situaciones coyunturales, sino como consecuencia de un proceso que sólo finalizará en el momento en el que se consiga la destrucción psicológica de la víctima.

• La asimetría, «no hace daño quien quiere sino quien puede», habitualmente se emplean posiciones jerárquicamente más altas.

• El objetivo final es la destrucción psicológica del acosado, y el abandono «voluntario» de la organización por parte de éste.

Leymann lo describe como «un proceso de destrucción que se compone de una serie de actuaciones hostiles que aisladamente podrían verse como anodinas, pero que al ser constantes tienen efectos perniciosos». Con esta definición se podrían descartar los incidentes leves, propios de la conflictividad cotidiana de las organizaciones modernas.
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Depende como ande de mi fiaca crónica, tal vez pegue algo más sobre el tema en algún futuro post. Para los interesados, encontré un muy buen resúmen aquí.

miércoles, abril 25, 2007

Comparaciones

Heisenberg, descubridor del Principio de Incerteza, era alumno de Bohr, uno de los creadores de la Mecánica Cuántica. Durante la segunda guerra mundial, se alejaron por cuestiones nacionales y políticas. Hoy una persona pequeña intento usar esa historia para justificarse...
Que "les va a pasar a todos"
Que "es algo normal"
Que "pelearse con el mentor forma parte de nuestra evolución como científicos"
Aunque tácitamente me pongas del lado del nazi, no podes ocultarlo Hijo de Puta, sangrás por la herida.

viernes, febrero 23, 2007

Una vez más, esta mujer me ahorra palabras.

Sandra Russo en PaKina/12, hablando de los EEUU y sus republicanos.
La Gran Democracia Occidental, vamos, es una opereta de mala calidad en la que se rifan diariamente todos los valores que nosotros asociamos tanto con democracia como con república. Fue un truco maestro del lenguaje el que les permitió emerger como portadores de algo que es deseable, respetable y difícil: los pueblos de los patios traseros sabemos mucho, pero mucho más de democracia y república que esos imbéciles que pasarán la tarde jugando a atrapar indocumentados.

miércoles, enero 31, 2007

Sobre testigos protegidos, por Juan Sasturain en PaKina/12

Cuando en 1835 el joven Charles Darwin regresó a Londres tras fatigar la vuelta al globo como semipolizón científico del zarandeado “Beagle”, no desembarcó solo. Lo acompañaban recuerdos y dibujos de medio mundo –la barrosa, tenebrosa Buenos Aires incluida–, una teoría revulsiva en ciernes, el escándalo a plazo fijo y, entre otros animales vistosos y descontextualizados, tres tortugas gigantes de Galápagos: las bautizadas apresuradamente Tom, Dick y Harry.

Lo notable –o no– es que el joven Darwin murió venerable y con barba, que su peliaguda teoría creció, evolucionó y revolucionó la ciencia y la creencia, y que las tortugas sobrevivieron largamente a todos esos avatares. Ceñudos e incluso –podemos suponer– escépticos testigos, los quelonios enterraron a un puñado de generaciones de humanos, al punto de que todavía hoy, en el zoológico de Brisbane, en Australia, se celebra cada noviembre el cumpleaños de Harriet (que ya no Harry: hubo que esperar más de un siglo para que alguien viera lo que el poco confiable Charles no advirtió...), la tortuga darwiniana que queda. La hembra cumplió 175 con buen apetito y espera seguir masticando hasta batir el record de longevidad que posee, con 185, una que fuera mascota descomunal del rey de Tonga.

Cuando en 1980 murió un tal Josip Broz, a muchos no se les movió un pelo; hasta que les explicaron que se trataba del Mariscal Tito, mítico padre de la Yugoslavia moderna hoy desmembrada. O vuelta a repartir, si se quiere. Para los años sesenta y setenta, el proyecto de la autogestión yugoslava aparecía como (una cierta) alternativa a los dos consabidos polos que se repartían el mundo y la torta. El conjunto de los países del Tercer Mundo y los No Alineados de la ONU, esa bolsa de gatos pardos ideológica, miraba con simpatía el socialismo sui generis que manejaba con mano de hierro el mariscal. Por eso, en alguna de esas bienintencionadas reuniones en que se sintieron acompañados y con deber de agradecer solidaridades, los tropicales No Alineados le regalaron, a Tito, hace cuatro décadas, un loro: Koki.

Haciendo justicia al criollo refrán –“más años que bandada de loros”–, el multilingüe Koki ha sobrevivido largamente al viejo líder, a la consabida Yugoslavia, a las guerras y reyertas que vinieron y tardan en irse de la región y al sueño mismo de un mundo de países que ya no tiene par para ser tercero. El viejo loro sigue ahí. Más precisamente, en las coquetas y croatas islas Brioni, en el Adriático, antigua residencia de verano del mariscal, donde es figura de atracción histórico-turística. Koki tiene siempre mucho que decir y los años no le han quitado locuacidad.

Hace algunas semanas, un cable fechado en Zagreb informaba la puesta en cuarentena del ave famosa para preservarla de la devastadora gripe aviaria. No fuera cosa que le pasara lo que a los patitos feos que estiraron las patas en el parque más elegante de la ciudad de Orahovica, no muy lejos de allí. Y por ahora, aguanta el loro.

El aspecto más superficial de estos asuntos se vincula con el registro de pseudo records y triviales curiosidades proveedoras del Guinness, una tendencia insoportable en estos numéricos tiempos devotos de la estadística y adictos a las pérfidas encuestas. Sin embargo, hay otro costado más rico. El celo riguroso por mantener con vida y animal lucidez a estos vetustos testigos parte de una idea arraigada y conmovedora, variante de la pretensión horaciana: nadie “muere del todo” mientras haya quien conserve la memoria de su presencia. Y, a su vez, algo o mucho –único e intransferible– muere con cada quien que se apaga. Alguna vez murió el último hombre que oyó la voz de Jesucristo, en algún momento no muy lejano morirá (o habrá muerto) el último hombre que estuvo en la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945. Y seguramente no saben qué es lo que muere con ellos.

Volviendo a los vetustos bichos de famosa historia, quién sabe qué imágenes para todos perdidas pueblan los sueños, si los tiene –y yo creo que sí–, de la fatigada tortuga que en un zoológico de Brisbane descansa encapsulada: una isla, el barco, aquel hombre joven aún, diferente y minucioso. Quién sabe qué frases, qué gritos del viejo mariscal persisten en el repertorio del colorido Koki en su exilio adriático y pueblan su ominosa cuarentena. Siempre es conmovedor pensar –a lo Poe– en las posibilidades de ese registro misterioso.

Borges ha especulado con su habitual brillantez al respecto, y a propósito del hombre Shakespeare, en un segmento de El Hacedor. Por eso, aunque no estoy seguro de quién sobrevivió a quién con su querido Beppo, el gato blanco que lo acompañaba los últimos años, me gusta pensar que no sólo Kodama o la solícita Fanny se quedaron con imágenes privadas, íntimas, del maestro, aunque sea durante un tiempito más.

miércoles, enero 10, 2007

Todo eso fué obseno, de Robert Fisk

...Sólo el presidente George W. Bush y Tony Blair pudieron haber creado una administración militar en Irak tan asesina e inmoral que hasta el más inescrupuloso asesino en masa de Medio Oriente pudo terminar sus días en el cadalso como una figura noble que señaló la falta de hombría de sus asesinos encapuchados y que, en sus últimos segundos, le recordó al matón que le dijo “vete al infierno” que el infierno ahora es Irak...

viernes, diciembre 22, 2006

No los olvidemos

Gracias a ellos hoy el país está un poquito mejor. Sus asesinos siguen libres. No los olvidemos


















Graciela Acosta, 35 años, Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe.
Carlos Almirón, 24, Capital .
Ramón Arapi, 22, Corrientes.
Rubén Aredes, 24, Buenos Aires.
Elvira Avaca, 46, Cipolletti.
Diego Avila.
Gustavo Benedetto, 30, Capital.
Walter Campos, 16, Rosario.
Jorge Cárdenas, Capital Federal.
Juan Delgado, 27, Rosario.
Víctor Enrique, 20.
Luis Fernández, 27, Tucumán.
Sergio Miguel Ferreyra, Córdoba
Julio Flores, 15, Merlo.
Yanina García, 18, Rosario.
Ariel González, 24, Pilar.
Roberto Gramajo, 21, Claypole.
Pablo Guías, Almirante Brown.
Romina Iturain, 15, Paraná.
Diego Lamagna, 27, Capital Federal.
Cristian Legembre, Castelar.
Claudio Lepratti, 38, Rosario.
Alberto Márquez, 57, Capital Federal.
David Moreno, 13, Córdoba.
Miguel Pacini, 15, Santa Fe.
Rosa Paniagua, 13, Paraná.
Sergio Pedernera, 16, Córdoba.
Rubén Pereyra, 20, Rosario.
Damián Ramírez, 14, Gregorio de Laferrère.
Sandra Ríos.
Gastón Riva, 31, Capital Federal.
José Rodríguez, Paraná, Entre Ríos.
Mariela Rosales.
Ariel Salas, 16, Gregorio de Laferrère.
Juan Torres, Corrientes.
José Vega, 19, Moreno.
Ricardo Villalba, 23, Rosario.

martes, diciembre 12, 2006

Aliverti, en PaginaK

Ayer se cumplieron 23 años de democracia. El dato viene a cuenta de lo que no fuimos capaces de cambiar, ni siquiera en la superficie, a propósito de los patrones de la Argentina. Esta sociedad, o sus sectores más dinámicos, consiguieron algunas cosas que bien debería envidiar, seguro, todo el resto latinoamericano. Y probablemente, el resto del mundo. Juzgar a los genocidas, condenarlos, indultarlos pero persistirles la respiración en la nuca. Salir a la calle casi cada vez que fue necesario, poderosos presos, asentamiento de las libertades civiles, una considerable libertad de expresión. Tan cierto es eso, como que eso que renació hace 23 años no fue capaz de modificar sustantivamente la injusticia social.

Por ejemplo, los dueños de la tierra, de las vacas, de los bifes, de las milanesas, siguen siendo los mismos. No en la nominalidad, es cierto, porque la globalización concentrada hizo de las suyas. Pero sí en la apropiación de la renta. ¿Queremos cambiar eso o basta con que Videla & Cía. estén presos?

Sandra Russo en PáginaK

...Estuve allí cuando Pinochet se iba, cubriendo aquellas elecciones, y estaba claro que Pinochet no se estaba por ir sino a una banca desde la que seguiría su horrible reinado. Estuve también en la conferencia de prensa que Patricio Aylwin, el candidato que terminó siendo el primer presidente democrático electo, ofreció un día antes de los comicios. Y el clima estaba enrarecido, tan ahogado, que esa pregunta que había que hacer (“¿Propiciará, si es elegido presidente, una reforma constitucional para que los militares responsables de los crímenes en la dictadura sean juzgados en lugar de ser ungidos legisladores?”) no se hizo, a pesar de que todos la teníamos en la cabeza, porque de haber sido formulada una respuesta negativa hubiese debilitado la posición del candidato, y una respuesta positiva hubiese frenado el proceso eleccionario. La trampa estaba tan bien armada que todos la apuntalamos, incluso con las mejores intenciones....

domingo, noviembre 12, 2006

Zaffaroni.

"Ya tenemos demasiados opinólogos de café, mucha imaginación creadora en ciencia social de esquina, pero poca investigación de campo"

"(en la justicia) No son chorizos lo que fabricamos, y sí así fuera, deben venir con buena carne y bien atados".

domingo, noviembre 05, 2006

Un hallazgo

En la section FOREIGN RELATIONS de la página del Department of State sobre Argentina...

The U.S. and Argentina continue to maintain positive relations despite President Kirchner's sometimes populist rhetoric and stated opposition to the FTAA. President Bush’s efforts in 2003 to reach out to the newly elected President and support with the IMF were key elements in maintaining good relations. In response, Argentina has actively cooperated with the U.S. in counterterrorism operations in the Tri-border region as a committed member of the 3+1 framework (Argentina, Brazil, Paraguay, and the U.S.). Despite popular opposition, Argentina sent a sizeable contingent of troops to Haiti in support of UN peacekeeping operations. Since meeting with Evo Morales instead of Bolivian President Mesa at the 2003 Ibero-American Summit, President Kirchner has become an active supporter of Bolivia’s political and economic stability. In Venezuela, President Kirchner played a constructive role in pressing President Chavez to hold a recall referendum, although we need to keep him engaged. Despite the populist rhetoric, the Kirchner administration has remained fiscally conservative and has not resorted to large-scale state intervention in the economy. In September 2004, following 10 years of negotiations, the Government of Argentina signed a Letter of Agreement with the Department of State, both demonstrating its increasing willingness to work with the U.S. on counternarcotics issues, and enabling the U.S. to begin providing assistance to the Government of Argentina.

Inventario en Pravda/12 por H.V.

Juan D. Perón había regresado al país en triunfo luego de un interminable exilio. Juan Jaime Cesio era el secretario político de un Ejército que trataba de reubicarse en un panorama que nadie había previsto. Lo colocó ahí Jorge Carcagno, el general de división más joven, que el presidente Héctor Cámpora promovió a la comandancia para limpiar la cúpula que le dejó Alejandro Lanusse.

Perón venía de Madrid y Cesio de París, donde aprovechó sus años de agregado militar para graduarse en La Sorbona y asistir deslumbrado al alzamiento juvenil de 1968, el mismo que infundió a Perón su idea del trasvasamiento generacional. Carcagno en cambio había sido el jefe de las tropas que apagaron a tiros los fuegos del cordobazo. Cesio lo convenció de adelantarse a la decisión política del Congreso y devolverle a Perón el grado y uniforme militar que un tribunal de honor le habían quitado después de la revancha clasista de 1955. Carcagno lo explicó con sus propias palabras en su visita a la casa de Gaspar Campos: “Mi general. Lo necesito en el Ejército para quitárselo como bandera a la guerrilla”.

Cesio redactó los dos discursos que Carcagno leyó en su corta gestión. En mayo de 1973 dijo que se abría la etapa “del imperio de la Constitución” y “el reconocimiento de que el pueblo es el único depositario de la soberanía”. Así el Ejército “honrará sus armas y contribuirá a la unión de los argentinos”. Entre el legado de virtudes recibidas mencionó “el respeto por la persona humana” y admitió que pudieran existir convicciones distintas y “tan válidas como las nuestras”. En setiembre, durante la Conferencia de Ejércitos de Caracas, denunció a las transnacionales y el endeudamiento externo como los principales enemigos de los pueblos, contradiciendo el discurso de la Seguridad Nacional. Cesio también promovió el acercamiento castrense con la Juventud Peronista y las organizaciones armadas que giraban en la misma órbita, cuyo resultado fue el contraproducente Operativo Dorrego.

El anciano general no simpatizó con el joven coronel porque le hizo recordar su propia historia. Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión creada por su iniciativa Perón había introducido en la escena política a la clase trabajadora, un actor hasta entonces ignorado, a pesar de la intensidad de las luchas de las que había sido protagonista durante décadas. Temió que Cesio intentara repetirlo con la juventud, que había sido el ariete con el que Perón desmoronó la fortaleza de Lanusse. Cuando asumió su tercera presidencia envió al Senado la lista de coroneles que debían ascender. Pero también le dio un papelito a López Rega para que se lo hiciera llegar al senador Humberto Martiarena, con tres nombres que no debían obtener el acuerdo constitucional: Cesio, Etchegoyen y Colombo. Desautorizado, Carcagno pidió el retiro. En lugar de Cesio ocupó la secretaría política del Ejército el futuro dictador Roberto Viola. Perón se había sacado de encima a quien temía pudiera convertirse en un peligroso competidor. Cesio se fue a su casa sin ilusión de revancha.

Perón murió pocos meses después y su momia fue sometida a una peripecia que culminó el 17 de octubre de este año en San Vicente. La travesía del cuerpo viviente de Cesio también fue expresiva, aunque menos ampulosa. El Ejército lo despojó de su grado y uniforme de coronel porque en plena dictadura tuvo el coraje de denunciar la comisión de “delitos aberrantes, como el secuestro, la tortura y el asesinato de miles de personas”. El dictamen descalificatorio dice que privilegió “su condición de ciudadano sobre la de militar”. En su descargo, dijo que no había agraviado a las Fuerzas Armadas, ya que el terrorismo de Estado fue obra de “bandas militares que usurparon el poder público”. Etchegoyen y Colombo fueron ascendidos al terminar la dictadura pero Cesio no. Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde y los generales que durante 23 años condujeron el Ejército, convalidaron ese castigo ejemplarizador. Recién Kirchner reparó el abuso al devolverle el grado y proponer su ascenso a general: “Que en la Argentina no pueda ya decirse que el héroe es condenado y el dictador, con las manos manchadas de sangre, resulta juez. No hemos perdido la capacidad de distinguir el bien del mal, lo que es honorable y lo que no lo es”. La ceremonia en la que el Comandante en Jefe le entregue la réplica del curvo que usó San Martín deberá seguir esperando porque la sablería militar tiene una capacidad de producción limitada y cualquier imprevisto la desconcierta.

El shakespereano gobernador Felipe Solá se sobresalta hasta de su sombra. Alguien le hizo temer que el ataúd que le dejaron estuviera vacío y ordenó abrirlo. Durante la ceremonia se labró con minuciosidad burocrática el inventario de todo lo que depositaron allí el día de la trifulca: un ataúd externo, una caja de vidrio blindado, el cuerpo de Perón con las manos mutiladas vestido con su uniforme de teniente general, una bandera de guerra, una gorra militar y un sable corvo con una inscripción grabada en la hoja que dice “General Juan Jaime Cesio”.

domingo, octubre 08, 2006

La palabra genocidio, por Sandra Russo en Página del domingo

Esta mujer escribe, lejos, las mejores notas de opinión que he leido. La que posteo aca es la segunda seguida en este blog, y ya hubo alguna antes. Pasa que en general dice, clara y simplemente, lo que hay que decir acerca de lo que nos toca....


“La casa está en orden” es una de las frases más detestadas de la democracia. Sobre esa frase de un Raúl Alfonsín devolviendo a sus hogares y a sus mundos privados a los miles y miles de ciudadanos que se mantenían movilizados se estampó un sello y así fue archivada en nuestras memorias: una frase cobarde. Como todo lo que es sellado y archivado, esa frase se mantuvo congelada en su carácter de cortamambo de un sector de la población que se sentía en condiciones físicas e ideológicas de “resistir”. Los últimos acontecimientos recomiendan descongelarla.

A pesar de todas nuestras conocidas taras, los argentinos somos los únicos que, en la región y en las democracias que sucedieron a las respectivas dictaduras, hemos llegado a la instancia en la que nos encontramos. Juicio y castigo. Eso sólo fue posible a través de muchos años, muchas escaramuzas con forma de puntos finales y obediencias debidas, levantamientos con finales negociados y, entre otras cosas, genocidas que durante treinta años no fueron llamados genocidas.

El poder del lenguaje es monstruoso, apabullante. A mi entender, no es en absoluto casual que la desaparición de Julio López y la simultánea aparición de panelistas, libros y opinadores defensores del terrorismo de Estado se produzca justo después de que el lenguaje institucional y normativo por excelencia, el judicial, se haya pronunciado al respecto y haya designado a los represores como genocidas. Y haya, en un mismo y monumental movimiento de sentido, designado lo que pasó en los ’70 como un genocidio.

Esa palabra marca con el fuego de la verdad lo que pasó durante la dictadura, y emitida desde un fallo judicial la incorpora al acervo del futuro sentido común de la Argentina. En las escuelas, en las próximas décadas, todos los niños estudiarán ese genocidio. Y ya basta. No hubo dos demonios, no hubo guerra civil, no hubo juicios a prisioneros; hubo torturas, hubo campos clandestinos, hubo apropiación de niños.

Cuando Alfonsín dijo que la casa estaba en orden, la casa era un desmadre. Y si esa frase quedó congelada en su fase desmovilizadora, es en parte porque el sector más sensible a este tema siempre sobreestimó sus fuerzas y leyó voluntariosamente la realidad. La casa era un desmadre y lo siguió siendo, durante treinta años, y hubo que esperar hasta que muchos de ellos murieran, igual que muchas madres y abuelas, hubo que esperar una coyuntura imprevisible, como es ésta, para que de las fauces de la derecha fascista brotaran gestos desesperados. Hasta ahora habían negociado, lo hicieron con cada gobierno. Estos exabruptos asqueantes provienen seguramente de cierta desesperación: es ahora, recién ahora, cuando están perdiendo.