Ya hemos hablado por aquí de cómo el devenir de los acontecimientos históricos con posterioridad a la caída del muro, ha entronizado al escepticismo extremo y simplón como la filosofía más difundida entre los ciudadanos de a pie, no sólo en términos del análisis político, sino sorprendentemente también en el terreno epistemológico. Este modo de ver el mundo pretende que cualquiera sea la proposición, si al poder le conviene que sea verdad, entonces probablemente sea falsa. Que tal criterio de validación suene bastante traído por los pelos, embebidos como estamos en un entorno de filosofía posmoderna y fashionable nonsense, a nadie parece preocuparle.
Entre las consecuencias de este movimiento irracionalista, se cuenta la creciente difusión de varios mitos laicos, el más difundido de los cuales es el que reza que el hombre nunca llegó a la Luna y que todo se filmó en un estudio de Hollywood (algunos incluso agregan que fue bajo la dirección de Stanley Kubrik). En este video, G. S. Collins(*), un director con años de experiencia en cine, analiza el problema con ironía y desde un punto de vista muy original, al preguntarse: los efectos visuales necesarios para fingir un alunizaje ¿eran posibles en 1969? Los invito a disfrutarlo.
Antes que nadie lo pregunte, no creo que lo que piense la audiencia de Tinelli sobre el alunizaje del Apolo sea realmente importante para la realidad política internacional. Sin embargo, sí creo que es importante combatir el presente Zeitgeist delirante en todos sus frentes, porque la peor de sus consecuencias es la reacción de rechazo que produce en la gente lo bastante inteligente como para notar su irracionalidad. Este rechazo fundamenta que, en los pocos casos en que la paranoia tiene bases atendibles, la mentira pueda persistir en el tiempo sin que nadie la discuta con demasiada fuerza.
(*) Antes de que infaltable comentarista anónimo, representante último del Gil Universal, pregunte sagazmente "¿quien le paga a Collins para hacer ese video? ¿ehh?", les dejo el link a su canal de YouTube, donde se puede leer un poquito de la ideología política de Collins, quien no de casualidad vive en Amsterdam.
Me pregunto si al poder le conviene "el escepticismo extremo y simplón como la filosofía más difundida".
ResponderBorrarY me respondo que sí, puesto que una cultura científica bien entendida y difundida entre los ciudadanos haría a éstos más refractarios a los intentos de manipulación y dominación.
Me gustaria si podes escribir un poco sobre la teoria del gobierno venezolano que a Chavez le inocularon el cancer.
ResponderBorrarOti:
ResponderBorrarExactamente ese es el punto. Al difundir el tipo de escepticismo que lleva a creer en que el Apollo fue un engaño, se desacredita al escepticismo más serio que lleva a hacerse preguntas sobre las torres gemelas o sobre el orden económico mundial.
Anónimo:
Que el cáncer se puede causar no me cabe ninguna duda. Sobre lo que no tengo elementos para opinar es sobre si ése fue el caso en la enfermedad de Chávez. El cancer se puede causar de varias maneras, así al boleo y sin investigarlo se me ocurren tres
1- Cacerígenos químicos: hay muchas sustancias químicas que pueden ser cancerígenas, el alguitrán del cigarrillo es el ejemplo más difundido. Supongo que lo normal en estos casos es que el cáncer aparezca varios años después de la absorción de alguna de estas sustancias, pero no tengo elementos para negar que pueda existir algún cancerígeno que en alguna parte del cuerpo actúe rápidamente.
2- Radiación y sustancias radiactivas: las sustancias que emiten radiación alpha y beta pueden causar cáncer, en especial si entran dentro del cuerpo. Dependiendo de la dosis también causan otros efectos más inmediatos. Ejemplos de personas asesinadas con Polonio 210 son Litvinenko y con alta probabilidad Arafat. La contra de envenenar a alguien con esas sustancias es que su detección es muy simple, la persona misma radía como un farol y haría sonar cualquier geiger que le acerquen. Otra opción es la irradiacion con rayos gamma. Estos son ciertamente cancerígenos y no dejarían otra marca que el cáncer mismo. Una pastilla gamma es un objeto pequeño, una metida en el asiento de Chávez durante un par de meses podría haberle causado su cancer de cadera, luego de lo cual podría haber sido retirada sin dejar recuerdo alguno (no digo que haya sido el caso, solo digo que es posible).
3- Finalmente, están los cánceres infecciosos, células cancerosas que se pasan de un individuo enfermo a otro sano y le causan cancer, y que en princpio se podrían inocular. En la naturaleza se conocen al menos dos: un cáncer genital canino que es contagioso (las células cancerígenas pasan de un perro a otro por relaciones sexuales, y crecen formando tumores en el receptor que originariamente era sano) y un cancer similar en la zona de la boca que se transmite por mordidas y que está extinguiendo a los "demonios de tasmania". No existen ejemplos naturales de ese tipo de cáncer en seres humanos, pero no me cabe ninguna duda que los laboratorios de guerra biológica han trabajado en la posibilidad de realizarlo.
O sea, no sé si a Chávez le inocularon el cáncer, ni siquiera sé si es políticamente inteligente hacerlo. Lo que sí estoy seguro es que es técnicamente posible.