Esta semana murió, a los 47 años, Hanabi-Ko, muy poco conocida a pesar de las infinitas implicaciones morales de su fascinante historia. Vamos con un post sobre ella y su legado.
Hanabi-Ko nació el 4 de julio de 1971 en San Francisco, California. Si bien vivió en pareja buena parte de su vida, nunca quiso tener hijos. Su compañía, además de su pareja y sus amigos, fueron su hermano y una sucesión de incontables gatos, a los que cuidaba y alimentaba.
Por la forma de su garganta y por la limitación de sus lóbulos temporales, al nacer los doctores aseguraron que jamás en su vida podría hablar. Tuvo que aprender una legua de señas (Ameslan, American Sign Languaje) para poder comunicarse con los demás, a pesar de no ser sorda.
Hanabi-Ko llegó a dominar unas 2000 palabras, más de las que maneja mucha gente. Además, cuando desconocía la palabra asociada a un concepto, la inventaba ("pulsera-dedo" para anillo, y "ver-abrazar" para hacer el amor) y se las enseñaba a su hermano, a su pareja, y a sus amigos.
Su inteligencia emocional y moral progresó hasta ser la de una adulta. Su inteligencia lingüística fue siempre la de una niña de unos 10 años. Su inteligencia abstracta (cálculos, lógica formal) fue la de una niña de 6-7 años. (Con todo lo vago de esos términos).
A pesar de todo esto, tal vez por su incapacidad para hablar, mucha gente niega que las personas como Hanabi-Ko tengan derechos. Hasta hace muy poco, incluso se los utilizaba en experimentos(y aún se hace en EEUU). Su historia movilizó un pedido por sus derechos humanos en la ONU.
Desde que se inició ese movimiento en 1997, pocos países se han hecho eco. Se logró una suspensión temporal de los experimentos en personas como Hanabi-Ko en todo el mundo, pero la UN aún se niega a reconocer sus derechos. Por suerte otros han aprendido Ameslan y tomarán su lugar.
Lo notable es que en casos muy parecidos -como el de Carly Fleischmann narrado por su padre en "Carly's voice"- nadie se atrevería a negar el carácter de persona con derechos de alguien sólo porque no puede hablar... ¿Será tal vez el aspecto de Hanabi-Ko?
Esta es Hanabi-Ko,conocida como "Koko", sobrenombre que le puso su amiga Penny Patterson, la rubia de la primera foto, quien le enseñó Ameslan.
Brindemos a la memoria de Koko y su legado, el Great Ape Project, para que de una vez la ONU reconozca derechos humanos a los grandes simios.
Vamos a generar debate como en los viejos tiempos.
ResponderBorrarQue yo recuerde, nadie de otra especie me enseñó a mi a hablar y escribir. Aprendí en el seno de mi flia. y la escuela con seres humanos (mi especie), que, a su vez, aprendieron de otros seres humanos, y, así, hasta el principio de los tiempos de la especie, quizá, hace 2 millones de años.
Hasta que no me pruebes que nosotros, en tanto seres humanos, somos desarrollos cuantitativos de una especie superior que hizo experimentos con nosotros, no voy a considerar al simpático gorila como una persona.
Gracias por volver, Severian.
Mmm... ojo ahí
ResponderBorrarhttps://skeptoid.com/episodes/4630
Hola Oti.
ResponderBorrarMire no me importa si el idioma lo genera una interacción cultural o si lo aprendió por interacción con otra especie. Lo importante es que me deja ver que allí hay un "alguien" que merece mi respeto.
¿Podría usted tener una conversación con Koko y luego inyectarle una droga que está probando en gorilas? Yo no.
No creo que pueda tener una "conversación", sí alguna clase de interacción.
ResponderBorrarLos que se merecen que les inyecten alguna droga son los científicos que hacen investigaciones con los pobres gorilas que no tienen ni idea de lo que hacen con ellos. ¡Si se enteraran que esos experimentos quieren probar diferencias cuantitativas entre ellos y los seres humanos! Me imagino que pensarían qué atrasados y emocionales que son los seres humanos.
Y aclaro, por las dudas, que los animales merecen mi respeto no porque considere que alguno sobresale más que otro bajo los ojos humanos. Los respeto porque son parte de la vida en el Universo que conocemos, sean muy inteligentes o poco inteligentes.
ResponderBorrarNo se trata de que lo creas, se trata de que es un hecho. Koko es solo un ejemplo, antes estuvo Washoe, y sus contemporáneos Nim Chimpsky y Chantek. Su capacidad de interacción es mucho mayor que la de Carly Fleischmann, o al menos que la que se creía que Carly tenía antes de darle un teclado...
ResponderBorrarPara ser rigurosos, el caso del ser humano Carly habría que compararlo con un caso de simio con autismo severo, y no sé si los animales pueden tener esa clase de patologías.
ResponderBorrarFijate que interesante: durante toda su niñez Carly fue refractaria a todos los métodos de entrenamiento conductista. Y ella misma definió su problema en términos de sobrecarga e incapacidad de procesar mentalmente la información proveniente de los sentidos, la que debe ser drenada de alguna forma que ella no puede controlar.
Ella describe lo mismo que Temple Grandin sobre la experiencia subjetiva del autismo.
ResponderBorrarEl libro de Oliver Sacks "Un antropologo en Marte" es sobre autismo y es maravilloso. Si querés también debo tener un link.
Conozco bastante del tema por experiencia propia: tengo un hijastro autista con el que convivo hace 15 años.
ResponderBorrarEsa experiencia me hizo pensar que el conocimiento de la mente humana es insondable, como el conocimiento del Universo mismo.
En un Universo donde existe la creatividad es imposible que sea exhaustivamente conocido. Y eso es bueno, porque lejos de desesperanzarnos, nos incentiva a buscar y buscar respuestas, aunque nunca las encontremos del todo.
Saludos.
A veces me pregunto qué pasaría si algún día se llegase a develar el funcionamiento completo del cerebro.
BorrarY me respondo que sería catastrófico, puesto que quien manipulase a su favor ese conocimiento -al conocer las causas de los pensamientos y acciones- convertiría a todos los demás en sus esclavos.
Sería un verdadero infierno.
Por eso concluyo que eso no podría pasar nunca.
BorrarEs floja su lógica: como no le gustan las consecuencias, concluye que no va a pasar nunca.
ResponderBorrarLo invito a imaginar un escenario más tenebroso: más vale que todos aprendamos todo lo que se está empezando a estudiar sobre el cerebro, Porque si se puede usar para hacer el mal, los malos van a usarlo. Así que mejor que estemos bien informados.
Una nueva carrera por la bomba, si quiere. Es triste, pero así es el mundo.
Es que no me entiende. Yo no digo que no lo aprendamos, al revés. Podemos aprender todo lo que podemos porque siempre hay cosas desconocidas y, para mi, el funcionamiento de la mente es tan insondable como el Universo mismo. Pero siempre vamos a tener la tendencia de profundizar y profundizar y profundizar por siempre.
BorrarSi eso no fuera así, es decir, si llegamos al lecho, se termina el conocimiento. El Universo no está diseñado así, está diseñado de tal modo que siempre tengamos que profundizar.
Nicolás de Cusa decía que la precisión total es imposible, hay un acercamiento infinito hacia ello.
Así como pienso que nunca se van a conocer todos los principios que gobiernan el Universo, pienso que nunca se van a conocer todos los principios que gobiernan la mente que conoce.
El libro de Sacks
ResponderBorrarhttps://mega.nz/#!U0JkTQ7Q