viernes, febrero 23, 2007

Una vez más, esta mujer me ahorra palabras.

Sandra Russo en PaKina/12, hablando de los EEUU y sus republicanos.
La Gran Democracia Occidental, vamos, es una opereta de mala calidad en la que se rifan diariamente todos los valores que nosotros asociamos tanto con democracia como con república. Fue un truco maestro del lenguaje el que les permitió emerger como portadores de algo que es deseable, respetable y difícil: los pueblos de los patios traseros sabemos mucho, pero mucho más de democracia y república que esos imbéciles que pasarán la tarde jugando a atrapar indocumentados.

miércoles, enero 31, 2007

Sobre testigos protegidos, por Juan Sasturain en PaKina/12

Cuando en 1835 el joven Charles Darwin regresó a Londres tras fatigar la vuelta al globo como semipolizón científico del zarandeado “Beagle”, no desembarcó solo. Lo acompañaban recuerdos y dibujos de medio mundo –la barrosa, tenebrosa Buenos Aires incluida–, una teoría revulsiva en ciernes, el escándalo a plazo fijo y, entre otros animales vistosos y descontextualizados, tres tortugas gigantes de Galápagos: las bautizadas apresuradamente Tom, Dick y Harry.

Lo notable –o no– es que el joven Darwin murió venerable y con barba, que su peliaguda teoría creció, evolucionó y revolucionó la ciencia y la creencia, y que las tortugas sobrevivieron largamente a todos esos avatares. Ceñudos e incluso –podemos suponer– escépticos testigos, los quelonios enterraron a un puñado de generaciones de humanos, al punto de que todavía hoy, en el zoológico de Brisbane, en Australia, se celebra cada noviembre el cumpleaños de Harriet (que ya no Harry: hubo que esperar más de un siglo para que alguien viera lo que el poco confiable Charles no advirtió...), la tortuga darwiniana que queda. La hembra cumplió 175 con buen apetito y espera seguir masticando hasta batir el record de longevidad que posee, con 185, una que fuera mascota descomunal del rey de Tonga.

Cuando en 1980 murió un tal Josip Broz, a muchos no se les movió un pelo; hasta que les explicaron que se trataba del Mariscal Tito, mítico padre de la Yugoslavia moderna hoy desmembrada. O vuelta a repartir, si se quiere. Para los años sesenta y setenta, el proyecto de la autogestión yugoslava aparecía como (una cierta) alternativa a los dos consabidos polos que se repartían el mundo y la torta. El conjunto de los países del Tercer Mundo y los No Alineados de la ONU, esa bolsa de gatos pardos ideológica, miraba con simpatía el socialismo sui generis que manejaba con mano de hierro el mariscal. Por eso, en alguna de esas bienintencionadas reuniones en que se sintieron acompañados y con deber de agradecer solidaridades, los tropicales No Alineados le regalaron, a Tito, hace cuatro décadas, un loro: Koki.

Haciendo justicia al criollo refrán –“más años que bandada de loros”–, el multilingüe Koki ha sobrevivido largamente al viejo líder, a la consabida Yugoslavia, a las guerras y reyertas que vinieron y tardan en irse de la región y al sueño mismo de un mundo de países que ya no tiene par para ser tercero. El viejo loro sigue ahí. Más precisamente, en las coquetas y croatas islas Brioni, en el Adriático, antigua residencia de verano del mariscal, donde es figura de atracción histórico-turística. Koki tiene siempre mucho que decir y los años no le han quitado locuacidad.

Hace algunas semanas, un cable fechado en Zagreb informaba la puesta en cuarentena del ave famosa para preservarla de la devastadora gripe aviaria. No fuera cosa que le pasara lo que a los patitos feos que estiraron las patas en el parque más elegante de la ciudad de Orahovica, no muy lejos de allí. Y por ahora, aguanta el loro.

El aspecto más superficial de estos asuntos se vincula con el registro de pseudo records y triviales curiosidades proveedoras del Guinness, una tendencia insoportable en estos numéricos tiempos devotos de la estadística y adictos a las pérfidas encuestas. Sin embargo, hay otro costado más rico. El celo riguroso por mantener con vida y animal lucidez a estos vetustos testigos parte de una idea arraigada y conmovedora, variante de la pretensión horaciana: nadie “muere del todo” mientras haya quien conserve la memoria de su presencia. Y, a su vez, algo o mucho –único e intransferible– muere con cada quien que se apaga. Alguna vez murió el último hombre que oyó la voz de Jesucristo, en algún momento no muy lejano morirá (o habrá muerto) el último hombre que estuvo en la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945. Y seguramente no saben qué es lo que muere con ellos.

Volviendo a los vetustos bichos de famosa historia, quién sabe qué imágenes para todos perdidas pueblan los sueños, si los tiene –y yo creo que sí–, de la fatigada tortuga que en un zoológico de Brisbane descansa encapsulada: una isla, el barco, aquel hombre joven aún, diferente y minucioso. Quién sabe qué frases, qué gritos del viejo mariscal persisten en el repertorio del colorido Koki en su exilio adriático y pueblan su ominosa cuarentena. Siempre es conmovedor pensar –a lo Poe– en las posibilidades de ese registro misterioso.

Borges ha especulado con su habitual brillantez al respecto, y a propósito del hombre Shakespeare, en un segmento de El Hacedor. Por eso, aunque no estoy seguro de quién sobrevivió a quién con su querido Beppo, el gato blanco que lo acompañaba los últimos años, me gusta pensar que no sólo Kodama o la solícita Fanny se quedaron con imágenes privadas, íntimas, del maestro, aunque sea durante un tiempito más.

miércoles, enero 10, 2007

Todo eso fué obseno, de Robert Fisk

...Sólo el presidente George W. Bush y Tony Blair pudieron haber creado una administración militar en Irak tan asesina e inmoral que hasta el más inescrupuloso asesino en masa de Medio Oriente pudo terminar sus días en el cadalso como una figura noble que señaló la falta de hombría de sus asesinos encapuchados y que, en sus últimos segundos, le recordó al matón que le dijo “vete al infierno” que el infierno ahora es Irak...

viernes, diciembre 22, 2006

No los olvidemos

Gracias a ellos hoy el país está un poquito mejor. Sus asesinos siguen libres. No los olvidemos


















Graciela Acosta, 35 años, Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe.
Carlos Almirón, 24, Capital .
Ramón Arapi, 22, Corrientes.
Rubén Aredes, 24, Buenos Aires.
Elvira Avaca, 46, Cipolletti.
Diego Avila.
Gustavo Benedetto, 30, Capital.
Walter Campos, 16, Rosario.
Jorge Cárdenas, Capital Federal.
Juan Delgado, 27, Rosario.
Víctor Enrique, 20.
Luis Fernández, 27, Tucumán.
Sergio Miguel Ferreyra, Córdoba
Julio Flores, 15, Merlo.
Yanina García, 18, Rosario.
Ariel González, 24, Pilar.
Roberto Gramajo, 21, Claypole.
Pablo Guías, Almirante Brown.
Romina Iturain, 15, Paraná.
Diego Lamagna, 27, Capital Federal.
Cristian Legembre, Castelar.
Claudio Lepratti, 38, Rosario.
Alberto Márquez, 57, Capital Federal.
David Moreno, 13, Córdoba.
Miguel Pacini, 15, Santa Fe.
Rosa Paniagua, 13, Paraná.
Sergio Pedernera, 16, Córdoba.
Rubén Pereyra, 20, Rosario.
Damián Ramírez, 14, Gregorio de Laferrère.
Sandra Ríos.
Gastón Riva, 31, Capital Federal.
José Rodríguez, Paraná, Entre Ríos.
Mariela Rosales.
Ariel Salas, 16, Gregorio de Laferrère.
Juan Torres, Corrientes.
José Vega, 19, Moreno.
Ricardo Villalba, 23, Rosario.

martes, diciembre 12, 2006

Aliverti, en PaginaK

Ayer se cumplieron 23 años de democracia. El dato viene a cuenta de lo que no fuimos capaces de cambiar, ni siquiera en la superficie, a propósito de los patrones de la Argentina. Esta sociedad, o sus sectores más dinámicos, consiguieron algunas cosas que bien debería envidiar, seguro, todo el resto latinoamericano. Y probablemente, el resto del mundo. Juzgar a los genocidas, condenarlos, indultarlos pero persistirles la respiración en la nuca. Salir a la calle casi cada vez que fue necesario, poderosos presos, asentamiento de las libertades civiles, una considerable libertad de expresión. Tan cierto es eso, como que eso que renació hace 23 años no fue capaz de modificar sustantivamente la injusticia social.

Por ejemplo, los dueños de la tierra, de las vacas, de los bifes, de las milanesas, siguen siendo los mismos. No en la nominalidad, es cierto, porque la globalización concentrada hizo de las suyas. Pero sí en la apropiación de la renta. ¿Queremos cambiar eso o basta con que Videla & Cía. estén presos?

Sandra Russo en PáginaK

...Estuve allí cuando Pinochet se iba, cubriendo aquellas elecciones, y estaba claro que Pinochet no se estaba por ir sino a una banca desde la que seguiría su horrible reinado. Estuve también en la conferencia de prensa que Patricio Aylwin, el candidato que terminó siendo el primer presidente democrático electo, ofreció un día antes de los comicios. Y el clima estaba enrarecido, tan ahogado, que esa pregunta que había que hacer (“¿Propiciará, si es elegido presidente, una reforma constitucional para que los militares responsables de los crímenes en la dictadura sean juzgados en lugar de ser ungidos legisladores?”) no se hizo, a pesar de que todos la teníamos en la cabeza, porque de haber sido formulada una respuesta negativa hubiese debilitado la posición del candidato, y una respuesta positiva hubiese frenado el proceso eleccionario. La trampa estaba tan bien armada que todos la apuntalamos, incluso con las mejores intenciones....

domingo, noviembre 12, 2006

Zaffaroni.

"Ya tenemos demasiados opinólogos de café, mucha imaginación creadora en ciencia social de esquina, pero poca investigación de campo"

"(en la justicia) No son chorizos lo que fabricamos, y sí así fuera, deben venir con buena carne y bien atados".

domingo, noviembre 05, 2006

Un hallazgo

En la section FOREIGN RELATIONS de la página del Department of State sobre Argentina...

The U.S. and Argentina continue to maintain positive relations despite President Kirchner's sometimes populist rhetoric and stated opposition to the FTAA. President Bush’s efforts in 2003 to reach out to the newly elected President and support with the IMF were key elements in maintaining good relations. In response, Argentina has actively cooperated with the U.S. in counterterrorism operations in the Tri-border region as a committed member of the 3+1 framework (Argentina, Brazil, Paraguay, and the U.S.). Despite popular opposition, Argentina sent a sizeable contingent of troops to Haiti in support of UN peacekeeping operations. Since meeting with Evo Morales instead of Bolivian President Mesa at the 2003 Ibero-American Summit, President Kirchner has become an active supporter of Bolivia’s political and economic stability. In Venezuela, President Kirchner played a constructive role in pressing President Chavez to hold a recall referendum, although we need to keep him engaged. Despite the populist rhetoric, the Kirchner administration has remained fiscally conservative and has not resorted to large-scale state intervention in the economy. In September 2004, following 10 years of negotiations, the Government of Argentina signed a Letter of Agreement with the Department of State, both demonstrating its increasing willingness to work with the U.S. on counternarcotics issues, and enabling the U.S. to begin providing assistance to the Government of Argentina.

Inventario en Pravda/12 por H.V.

Juan D. Perón había regresado al país en triunfo luego de un interminable exilio. Juan Jaime Cesio era el secretario político de un Ejército que trataba de reubicarse en un panorama que nadie había previsto. Lo colocó ahí Jorge Carcagno, el general de división más joven, que el presidente Héctor Cámpora promovió a la comandancia para limpiar la cúpula que le dejó Alejandro Lanusse.

Perón venía de Madrid y Cesio de París, donde aprovechó sus años de agregado militar para graduarse en La Sorbona y asistir deslumbrado al alzamiento juvenil de 1968, el mismo que infundió a Perón su idea del trasvasamiento generacional. Carcagno en cambio había sido el jefe de las tropas que apagaron a tiros los fuegos del cordobazo. Cesio lo convenció de adelantarse a la decisión política del Congreso y devolverle a Perón el grado y uniforme militar que un tribunal de honor le habían quitado después de la revancha clasista de 1955. Carcagno lo explicó con sus propias palabras en su visita a la casa de Gaspar Campos: “Mi general. Lo necesito en el Ejército para quitárselo como bandera a la guerrilla”.

Cesio redactó los dos discursos que Carcagno leyó en su corta gestión. En mayo de 1973 dijo que se abría la etapa “del imperio de la Constitución” y “el reconocimiento de que el pueblo es el único depositario de la soberanía”. Así el Ejército “honrará sus armas y contribuirá a la unión de los argentinos”. Entre el legado de virtudes recibidas mencionó “el respeto por la persona humana” y admitió que pudieran existir convicciones distintas y “tan válidas como las nuestras”. En setiembre, durante la Conferencia de Ejércitos de Caracas, denunció a las transnacionales y el endeudamiento externo como los principales enemigos de los pueblos, contradiciendo el discurso de la Seguridad Nacional. Cesio también promovió el acercamiento castrense con la Juventud Peronista y las organizaciones armadas que giraban en la misma órbita, cuyo resultado fue el contraproducente Operativo Dorrego.

El anciano general no simpatizó con el joven coronel porque le hizo recordar su propia historia. Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión creada por su iniciativa Perón había introducido en la escena política a la clase trabajadora, un actor hasta entonces ignorado, a pesar de la intensidad de las luchas de las que había sido protagonista durante décadas. Temió que Cesio intentara repetirlo con la juventud, que había sido el ariete con el que Perón desmoronó la fortaleza de Lanusse. Cuando asumió su tercera presidencia envió al Senado la lista de coroneles que debían ascender. Pero también le dio un papelito a López Rega para que se lo hiciera llegar al senador Humberto Martiarena, con tres nombres que no debían obtener el acuerdo constitucional: Cesio, Etchegoyen y Colombo. Desautorizado, Carcagno pidió el retiro. En lugar de Cesio ocupó la secretaría política del Ejército el futuro dictador Roberto Viola. Perón se había sacado de encima a quien temía pudiera convertirse en un peligroso competidor. Cesio se fue a su casa sin ilusión de revancha.

Perón murió pocos meses después y su momia fue sometida a una peripecia que culminó el 17 de octubre de este año en San Vicente. La travesía del cuerpo viviente de Cesio también fue expresiva, aunque menos ampulosa. El Ejército lo despojó de su grado y uniforme de coronel porque en plena dictadura tuvo el coraje de denunciar la comisión de “delitos aberrantes, como el secuestro, la tortura y el asesinato de miles de personas”. El dictamen descalificatorio dice que privilegió “su condición de ciudadano sobre la de militar”. En su descargo, dijo que no había agraviado a las Fuerzas Armadas, ya que el terrorismo de Estado fue obra de “bandas militares que usurparon el poder público”. Etchegoyen y Colombo fueron ascendidos al terminar la dictadura pero Cesio no. Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde y los generales que durante 23 años condujeron el Ejército, convalidaron ese castigo ejemplarizador. Recién Kirchner reparó el abuso al devolverle el grado y proponer su ascenso a general: “Que en la Argentina no pueda ya decirse que el héroe es condenado y el dictador, con las manos manchadas de sangre, resulta juez. No hemos perdido la capacidad de distinguir el bien del mal, lo que es honorable y lo que no lo es”. La ceremonia en la que el Comandante en Jefe le entregue la réplica del curvo que usó San Martín deberá seguir esperando porque la sablería militar tiene una capacidad de producción limitada y cualquier imprevisto la desconcierta.

El shakespereano gobernador Felipe Solá se sobresalta hasta de su sombra. Alguien le hizo temer que el ataúd que le dejaron estuviera vacío y ordenó abrirlo. Durante la ceremonia se labró con minuciosidad burocrática el inventario de todo lo que depositaron allí el día de la trifulca: un ataúd externo, una caja de vidrio blindado, el cuerpo de Perón con las manos mutiladas vestido con su uniforme de teniente general, una bandera de guerra, una gorra militar y un sable corvo con una inscripción grabada en la hoja que dice “General Juan Jaime Cesio”.

domingo, octubre 08, 2006

La palabra genocidio, por Sandra Russo en Página del domingo

Esta mujer escribe, lejos, las mejores notas de opinión que he leido. La que posteo aca es la segunda seguida en este blog, y ya hubo alguna antes. Pasa que en general dice, clara y simplemente, lo que hay que decir acerca de lo que nos toca....


“La casa está en orden” es una de las frases más detestadas de la democracia. Sobre esa frase de un Raúl Alfonsín devolviendo a sus hogares y a sus mundos privados a los miles y miles de ciudadanos que se mantenían movilizados se estampó un sello y así fue archivada en nuestras memorias: una frase cobarde. Como todo lo que es sellado y archivado, esa frase se mantuvo congelada en su carácter de cortamambo de un sector de la población que se sentía en condiciones físicas e ideológicas de “resistir”. Los últimos acontecimientos recomiendan descongelarla.

A pesar de todas nuestras conocidas taras, los argentinos somos los únicos que, en la región y en las democracias que sucedieron a las respectivas dictaduras, hemos llegado a la instancia en la que nos encontramos. Juicio y castigo. Eso sólo fue posible a través de muchos años, muchas escaramuzas con forma de puntos finales y obediencias debidas, levantamientos con finales negociados y, entre otras cosas, genocidas que durante treinta años no fueron llamados genocidas.

El poder del lenguaje es monstruoso, apabullante. A mi entender, no es en absoluto casual que la desaparición de Julio López y la simultánea aparición de panelistas, libros y opinadores defensores del terrorismo de Estado se produzca justo después de que el lenguaje institucional y normativo por excelencia, el judicial, se haya pronunciado al respecto y haya designado a los represores como genocidas. Y haya, en un mismo y monumental movimiento de sentido, designado lo que pasó en los ’70 como un genocidio.

Esa palabra marca con el fuego de la verdad lo que pasó durante la dictadura, y emitida desde un fallo judicial la incorpora al acervo del futuro sentido común de la Argentina. En las escuelas, en las próximas décadas, todos los niños estudiarán ese genocidio. Y ya basta. No hubo dos demonios, no hubo guerra civil, no hubo juicios a prisioneros; hubo torturas, hubo campos clandestinos, hubo apropiación de niños.

Cuando Alfonsín dijo que la casa estaba en orden, la casa era un desmadre. Y si esa frase quedó congelada en su fase desmovilizadora, es en parte porque el sector más sensible a este tema siempre sobreestimó sus fuerzas y leyó voluntariosamente la realidad. La casa era un desmadre y lo siguió siendo, durante treinta años, y hubo que esperar hasta que muchos de ellos murieran, igual que muchas madres y abuelas, hubo que esperar una coyuntura imprevisible, como es ésta, para que de las fauces de la derecha fascista brotaran gestos desesperados. Hasta ahora habían negociado, lo hicieron con cada gobierno. Estos exabruptos asqueantes provienen seguramente de cierta desesperación: es ahora, recién ahora, cuando están perdiendo.

domingo, octubre 01, 2006

Adios a la gorda (y pensar que te voté)

Fascinante inteligencia. Educación notable, sin duda excepcional para el nivel de nuestros diputados. El pasado de una persona fuerte con una historia privada llena de trajedias. El llamado moral antes que político. La intransigencia en sus convicciones y la intransigencia política. Y la cruz al cuello. Y las acusaciones de fascismo al gobierno menos represor que conocí. Y el comentario sobre la muestra de Leon Ferrari hecha en plena cuaresma. Y el voto en contra a la ley de ligadura de trompas. Y ahora esto. ¡Y me cansé gorda, me canse! ¡no me da más la espalda para hacer piruetas intelectuales para justificarte! piraste loca, es asi, piraste....

¿Perdón? de Sandra Russo, en Pagina

El último domingo, en el programa de Luis Majul, se produjo un hecho ideológicamente bizarro. El caso de Karina Mujica, el joven cuadro de lo que ahora se ha bautizado “la derecha guaranga” (al menos así se la llamó en ese programa), cuya doble vida como incipiente dirigente militarista e incipiente madama marplatense fue lo que disparó un primer bloque; en él aparecieron personajes que dejaron a la finada Elena Cruz del tamaño de una simple fan de Videla. Caricaturescos, cínicos, un hombre mayor de “r” arrastrada (defensor de Etchecolatz) y un joven dinosaurio defendían acaloradamente el terrorismo de Estado de los ’70 con argumentos fallidos. En la tanda, se veía el institucional de recompensa para quien tenga datos sobre el testigo Julio López, acusador de Etchecolatz y actualmente desaparecido. El domingo pasado todavía no habían tenido lugar las marchas reclamando su aparición, ni la angustia por su suerte había tomado tanto cuerpo como en estos días. Es que la sola posibilidad de que haya patrullas perdidas del terrorismo de Estado resulta escabrosa, aunque no improbable, tan luego en un país en el que los que piden por más seguridad se dejan custodiar por los policías exonerados de la fuerza por haber incurrido en diversos delitos. Muchos de ellos, en secuestros extorsivos. La nueva etapa por la que atraviesan los juicios contra los represores no es menor ni cosmética. La desaparición de López reactualiza, sin que nadie lo previera, un dolor colectivo que sin embargo fue sostenido individualmente por algunas víctimas sobrevivientes: pudimos enterarnos de que López, que no olvidaba ni quería olvidar, solía ir a su lugar de detención, ya demolido, recurrentemente, quizá a espantar sus fantasmas o a afirmar su pacto con los que murieron.

En un segundo bloque estuvo Elisa Carrió. Fue ella, la dirigente “moral” por excelencia autoproclamada, la que desde hace años se embandera con la cruz, la que habla de “nuevo contrato” y de “refundación” y “parto doloroso”, la que desvió el programa a un verdadero curso bizarro, por ahorrarme la palabra siniestro.

Ahora Elisa Carrió habla de perdón. De reconciliación. Así como suena, así como se lo escucha y se lo lee. Elisa Carrió evalúa, en ese contexto, con esos energúmenos presentes en el estudio y con Julio López desaparecido, que en este país es necesario “reconciliarse”.

Nunca entendí del todo los procesos mentales de Elisa Carrió. Estuve a punto de votarla en las últimas elecciones. Era con quien más acordaba en la visión general del país. Y ahora, después de estos años en los que obsesivamente se ha negado a una actitud mínimamente conciliadora con al menos algo de lo que haga este Gobierno, Elisa Carrió parece haber mutado, haber derivado, haber degenerado en una mujer que es capaz, después de escuchar frases como que no hubo campos clandestinos, y con un testigo clave desaparecido, de decir que en este país hay que perdonar y que hay que reconciliarse.

¿Perdón? Solamente la ceguera más rabiosa puede hacer a alguien equivocar tanto la circunstancia de sus dichos. Y esa ceguera obliga, a esta espectadora en este caso, a decir esto, que no es fácil, uno sabe, porque Elisa Carrió ya creó el casillero “si me critica es porque no me entiende”, cuando no se trata de simples contratistas intelectuales del Gobierno. Elisa Carrió ha derogado, de facto, la posibilidad de que alguien simpatice con este Gobierno por razones legítimas y sin más interés que el político. Eso habla no sólo de una estrategia equivocada para vincularse con los otros, sino además de una visión estrábica de la realidad.

Pero que ahora Elisa Carrió haya emprendido una nueva etapa corrida de la baldosa histórica del progresismo argentino, como son los derechos humanos (su nuevo latiguillo es “hablemos de los derechos humanos de hoy” y después se pone a hablar del paco), nos indica algo, algo feo, algo extremadamente desagradable sobre su persona y su pensamiento.

La defensa y el alineamiento de Kirchner con los reclamos de los organismos de derechos humanos es una de las pocas cosas que nadie puede negar. Es un hecho, es un dato. Elisa Carrió no puede ni siquiera coincidir en eso con Kirchner. Pareciera que le es más fácil renunciar a reivindicaciones que exceden con creces el setentismo y esas pavadas: que los crímenes se pagan y se castigan es una regla básica de la civilización. Solamente alguien que ha renunciado a esa causa puede hablar de reconciliación con quinientos niños todavía desaparecidos, con genocidas que hablan de guerra civil, con gente que repite que volvería a hacer lo mismo, con gente en carne viva porque los traumas sociales, y debería saberlo la creadora de la Fundación Hannah Arendt, se instalan y tardan generaciones en ser superados.

El nuevo paso que ha dado Elisa Carrió obliga, lamentablemente –porque pudo haber sido una mujer importante en la política argentina– a separarla de los dirigentes que nos inspiran respeto. Su desborde ideológico ha sido demasiado grueso para seguir considerándola parte de los argentinos cuya opinión nos interesa. Una pena, Elisa Carrió.

Táctica

de Mario Wanfield , en Pagina del domingo

Los primeros alineamientos ulteriores a la ausencia de López no dan cuenta de la existencia de un territorio común a defender, que trasciende al actual gobierno pero que le concierne y lo interpela. Considerar que el Gobierno es el dueño de las políticas de derechos humanos es una demasía en la que el oficialismo incurrió más de una vez. Considerarlo ajeno (u opuesto) a ellas una injusticia, amén de una pésima lectura táctica.

Merde....

Fuente de Casa Rosada, citada por Sergio Moreno, en Página

“Desde la desarticulación de la banda del Gordo Valor, que se dedicaba a robar, a la delincuencia común, no nos enfrentábamos a algo parecido. Acá parece que podría haber una organización con logística, aguantaderos, guita, capacidad de amedrentamiento, conocimiento de los casos, que se ha lanzado a instalar un clima muy nocivo. No obstante, y espero que no suene cínico, tiene un costado positivo: la memoria. Esto nos recuerda que estos tipos no se andan con chiquitas, que no son tiernitos: estos tipos mataron a 30.000 personas con los métodos más aberrantes creados por lo peor de la humanidad, no son defensores de la Constitución y de la institucionalidad argentina, como quieren convencernos Cecilia Pando o Bernardo Neustadt”, reflexionó ante Página/12 un integrante del gabinete nacional. “Dicho esto –continuó la fuente– es dable decir que nada está claro en este asunto.”

domingo, septiembre 24, 2006

Aparición con vida de Julio López ¡YA!

Ojala sea sólo un susto.
Ojalá se trate de un hombre valiente que llegó a su límite. Que al afrontar una vez más el recuerdo de los sufrimientos y de las atrocidades cometidas por los verdugos, no pudo soportar el dolor y escapó hacia la locura... Ojalá sea sólo eso.

Porque caso contrario, si se trata como parece de una desaparición en democracia, con todas las connotaciones macabras de la palabra. Si las bestias han vuelto al ruedo cuando parecía que se les venía la noche. Si ha sido secuestrado y está vivo y encerrado en este momento o, dios no lo quiera, torturado como castigo de su valentía. Si lo asesinaron como bien han sabido hacer....

Si algo asi está sucediendo, es que nos ha llegado el momento. El de demostrar cuanto hemos aprendido como sociedad en 30 años, cuanto es cierto y cuanto es cuento detras de tanto discurso, de las multitudinarias marchas los 24 de marzo, de los homenajes a los desaparecidos, de sus nombres en nuestras calles y en nuestras escuelas.

¿Cómo? Exigiendo desde hoy mismo su inmediata aparición con vida. Exigiendo la identificación y castigo de quienes esten involucrados en su secuestro, no sólo los ejecutores sino y principalmente los responsables intelectuales, pasando por todos los que hayan hecho la vista gorda. No podemos permitirnos dudar. La última vez que dudamos murió una generación, y su ausencia ha marcado nuestro presente.

Si tenes un blog pegá este afiche, y si no difundilo por todos los medios a tu alcance.

sábado, septiembre 23, 2006

Suicidas

Del historiador británico Eric Hobsbawm, en su paso por España para participar del Festival Hay.

No quiero hablar de religión. No quiero hablar del Islam. Prefiero señalar que los países donde esta fe es mayoritaria no han sido agresivos durante los dos últimos siglos. Lo que está ocurriendo ahora no puede despacharse con cuatro tópicos sobre diferencias religiosas. (...) El mundo cambió radicalmente con la globalización y se agravan las diferencias entre países pobres y ricos y dentro de cada país se hacen más profundas las diferencias sociales. (...) Los suicidas no actúan necesariamente por motivaciones religiosas, como ha explicado el estudio del doctor Pope sobre los kamikazes, sino que se enfrentan de una manera radical a la dominación extranjera.

lunes, septiembre 11, 2006

V.I. Arnold, On teaching mathematics

Mathematics is a part of physics. Physics is an experimental science, a part of natural science. Mathematics is the part of physics where experiments are cheap.

(el artículo completo es muy interesante)

martes, septiembre 05, 2006

martes, agosto 08, 2006

¿Sos Pro o Anti?

En homoeconomicus, motivado por el escandalo de la semana pasada, se armó una discusión muy intersante sobre el aborto. Posteo aquí mi contribución a esa discusión, a quien quiera leer algo mas inteligente lo invito a la original aca

________________________________________________________
Uff, que tema, es dificil decir algo que bien analizado no termine siendo una pelotudez...Me arriesgo...

Empecemos porque el "derecho a la vida" no existe. En medio del hambre, de las muertes por enfermedades evitables, de las guerras (en medio oriente, dios, cuando van a parar!) es un poco hipocrita plantearse la cuestion del aborto en esos terminos.

Tampoco el derecho de la mujer a elegir es tal, porque siempre es relativo ¿alguien puede decir seriamente que es diferente "elegir" cinco dias antes del parto o cinco dias despues? si antes, seria una eleccion personal, si despues, un asesinato...no suena muy logico. Agrandar el intervalo en meses no cambia la cuestion de fondo....

Lo que mucha gente no esta dispuesta a plantearse es que valores que detentamos absolutos, como la inviolavilidad de la vida humana, estan mal definidos, sus bordes son difusos y son una cuestion de grado. El borde entre "ser vivo" y "amasijo de celulas vivas" es difuso, el borde entre "ser humano racional" y "ser irracional" tambien lo es.

Podemos elegir poner un borde, siempre que lo hagamos de modo coherente, y sabiendo que se trata de una eleccion arbitraria. Digamos que ponemos un borde cuando pensamos que el feto ha desarrollado la autoconciencia (de acuerdo al desarrollo de su cerebro) porque creemos que esa es la caracteristica que lo hace humano ¿no seria hipocrita seguir matando otros seres que tambien son autoconcientes, que se yo, cetaceos o grandes simios?

No es un tema facil, y el fundamentalismo irracional de ambas partes no ayuda (y digo ambas, porque escuchar los argumentos de la posicion pro-eleccion me pone las neuronas de punta, no parecen haber pensado en el problema como no sea de un modo egoista y semireligioso).

Lo que intento decir aca esta, por supuesto mucho mejor escrito, en "Los dragones del eden" de Carl Sagan.
_________________________________________________________

Supongo que terminó siendo una pelotudez....