Desde que nacemos, emprendemos ese viaje fascinante que es la exploracion de lo que nos rodea. Durante su transcurso, contruimos una imagen mental del mundo, o sea una representación imaginaria de sus componentes y relaciones. El objetivo final de esta imagen es volverse predictiva, permitiéndonos anticipar las consecuencias de nuestras acciones para programarlas convenientemente. Millones de años de evolución nos han dotado de las herramientas necesarias para esa tarea.
Mediante la razón, somos capaces de contruir y relacionar proposiciones, obteniendo conclusiones a partir de premisas mediante razonamientos válidos. Así ligamos el valor de verdad de las conclusiones a aquél de las premisas, reduciendo notablemente el número de hechos independientes que constituyen nuestra imagen mental del mundo. (Por ejemplo, de las premisas "si lloro recibo atención" y "si tengo hambre necesito atención", concluimos que "si tengo hambre me conviene llorar", mediante un razonamiento válido - probablemente el primero de nuestras vidas).
Por medio de las sensaciones, atribuimos valores de verdad a nuestras premisas, construyendo una valuación. Es decir experimentamos con el universo para ver si las premisas son Verdaderas o Falsas. Esto nos permite conocer el valor de verdad de las conclusiones sin necesidad de nuevos experimentos. (Vemos si es Verdadero que "si lloro recibo atención" sólo probando -y este es el primer experimento de nuestras vidas. Luego comprobamos que no podemos comer sin ayuda, es decir que "si tengo hambre necesito atención" es otra proposición Verdadera. Con esto la conclusión "si tengo hambre me conviene llorar" es necesariamente Verdadera, sin necesidad de comprobarla independientemente).
Así avanzamos en nuestra construcción de una imagen mental del mundo. Este tipo de capacidad, que sólitamente llamamos aprendizaje, aunque que a mí me parece más preciso designarla como capacidad de modelar el universo, se encuentra en la gran mayoría de los animales con un sistema nervioso medianamente desarrollado. Es evidente en muchos de los mamíferos con los que convivimos, como perros y gatos [1, 2], y está presente incluso en invertebrados -experimentos con grandes cefalópodos (pulpos) no dejan ninguna duda al respecto [3], y hoy algunos biólogos hacen experimentos similares con moscas [4]. Lo que es seguro es que no es una cualidad privativa del Homo Sapiens (y advierto que si algún antropocéntrico amigo planea plantear aquí la dicotomía escolar inteligencia vs. instinto, se arriesga a tener que definir univocamente ambos términos).
El siguiente paso en nuestra comprensión del universo es intercambiar con nuestros semejantes nuestras respectivas imágenes mentales del mundo, para crear una imagen compartida. Para esto existe la comunicación mediante el lenguaje. De nuevo, no somos únicos a este respecto, si bien la capacidad de comunicar conceptos de alguna complejidad está restringida a algunos mamíferos superiores: unos pocos de ellos son capaces de comunicarse [5,6,7,8], algunos lo hacen de modos que aún no entendemos [9,10]. Es en este punto del proceso en el que surge la dicotomía entre experiencias compartibles o empíricas y experiencias no compartibles o místicas, que explicábamos en el post anterior. Y es sólo aquí donde comprendemos que existen dos tipos de verdad, aquélla científica, cuya adquisición puede ser reproducida por otros, y aquélla no científica o mística, cuya adquisición es personal e intransmisible.
El paso esencial del Homo Sapiens, hasta donde sabemos específico de esta especie, es la capacidad de heredar culturalmente la imágen compartida del mundo. Es decir que cada generación no necesita reproducir los pasos para la valuación de cada proposición de modo de saber si es Verdadera o Falsa, sino que le basta tomar el valor de verdad obtenido por las generaciones anteriores. De esta manera se sortea el límite impuesto por la finitud de la vida, y se avanza en nuevas proposiciones basándose en aquéllas conocidas previamente. La imagen compartida del mundo que resulta es increíblemente rica y altamente predictiva. Si bién algunos primates manifiestan herencia cultural, esta se limita a un conjunto pequeño de proposiciones y es muy poco eficiente [11]. Es recién aquí donde, en mi opinion, el antropocentrismo deja de ser chauvinista.
Hemos llegado finalmente a la pregunta del título: si hay dos tipos de verdad ¿cual debemos usar para valuar las proposiciones que serán heredadas por las generaciones venideras? Es mi opinion que debemos hacerlo de modo de maximizar la eficiencia de la construcción de la imagen compartida del mundo. Es decir, debemos intentar ser más humanos, realzar el razgo específico de nuestra especie, ser menos mortales. Aceptado esto, es evidente que la verdad empírica debería ser usada siempre para todas las proposiciones que así lo permitan, de modo tal que cualquier duda en el valor de verdad de una proposición dentro de cien años, podrá despejarse reproduciendo el experimento realizado hoy. Por otro lado, para aquéllas proposiciones que por su naturaleza no permitan hoy una valuación empírica, podría aceptarse un valor de verdad obtenido mediante experiencias místicas en las que acuerde la mayoría de la poblacion, pero con plena conciencia del carácter preliminar y no definitivo de ese valor de verdad. De este modo, si en el futuro nuestro mayor conocimiento del mundo nos permite imaginar un experimento para darle un valor de verdad empírico a tal proposición, nadie se negará a hacerlo.
Mediante la razón, somos capaces de contruir y relacionar proposiciones, obteniendo conclusiones a partir de premisas mediante razonamientos válidos. Así ligamos el valor de verdad de las conclusiones a aquél de las premisas, reduciendo notablemente el número de hechos independientes que constituyen nuestra imagen mental del mundo. (Por ejemplo, de las premisas "si lloro recibo atención" y "si tengo hambre necesito atención", concluimos que "si tengo hambre me conviene llorar", mediante un razonamiento válido - probablemente el primero de nuestras vidas).
Por medio de las sensaciones, atribuimos valores de verdad a nuestras premisas, construyendo una valuación. Es decir experimentamos con el universo para ver si las premisas son Verdaderas o Falsas. Esto nos permite conocer el valor de verdad de las conclusiones sin necesidad de nuevos experimentos. (Vemos si es Verdadero que "si lloro recibo atención" sólo probando -y este es el primer experimento de nuestras vidas. Luego comprobamos que no podemos comer sin ayuda, es decir que "si tengo hambre necesito atención" es otra proposición Verdadera. Con esto la conclusión "si tengo hambre me conviene llorar" es necesariamente Verdadera, sin necesidad de comprobarla independientemente).
Así avanzamos en nuestra construcción de una imagen mental del mundo. Este tipo de capacidad, que sólitamente llamamos aprendizaje, aunque que a mí me parece más preciso designarla como capacidad de modelar el universo, se encuentra en la gran mayoría de los animales con un sistema nervioso medianamente desarrollado. Es evidente en muchos de los mamíferos con los que convivimos, como perros y gatos [1, 2], y está presente incluso en invertebrados -experimentos con grandes cefalópodos (pulpos) no dejan ninguna duda al respecto [3], y hoy algunos biólogos hacen experimentos similares con moscas [4]. Lo que es seguro es que no es una cualidad privativa del Homo Sapiens (y advierto que si algún antropocéntrico amigo planea plantear aquí la dicotomía escolar inteligencia vs. instinto, se arriesga a tener que definir univocamente ambos términos).
El siguiente paso en nuestra comprensión del universo es intercambiar con nuestros semejantes nuestras respectivas imágenes mentales del mundo, para crear una imagen compartida. Para esto existe la comunicación mediante el lenguaje. De nuevo, no somos únicos a este respecto, si bien la capacidad de comunicar conceptos de alguna complejidad está restringida a algunos mamíferos superiores: unos pocos de ellos son capaces de comunicarse [5,6,7,8], algunos lo hacen de modos que aún no entendemos [9,10]. Es en este punto del proceso en el que surge la dicotomía entre experiencias compartibles o empíricas y experiencias no compartibles o místicas, que explicábamos en el post anterior. Y es sólo aquí donde comprendemos que existen dos tipos de verdad, aquélla científica, cuya adquisición puede ser reproducida por otros, y aquélla no científica o mística, cuya adquisición es personal e intransmisible.
El paso esencial del Homo Sapiens, hasta donde sabemos específico de esta especie, es la capacidad de heredar culturalmente la imágen compartida del mundo. Es decir que cada generación no necesita reproducir los pasos para la valuación de cada proposición de modo de saber si es Verdadera o Falsa, sino que le basta tomar el valor de verdad obtenido por las generaciones anteriores. De esta manera se sortea el límite impuesto por la finitud de la vida, y se avanza en nuevas proposiciones basándose en aquéllas conocidas previamente. La imagen compartida del mundo que resulta es increíblemente rica y altamente predictiva. Si bién algunos primates manifiestan herencia cultural, esta se limita a un conjunto pequeño de proposiciones y es muy poco eficiente [11]. Es recién aquí donde, en mi opinion, el antropocentrismo deja de ser chauvinista.
Hemos llegado finalmente a la pregunta del título: si hay dos tipos de verdad ¿cual debemos usar para valuar las proposiciones que serán heredadas por las generaciones venideras? Es mi opinion que debemos hacerlo de modo de maximizar la eficiencia de la construcción de la imagen compartida del mundo. Es decir, debemos intentar ser más humanos, realzar el razgo específico de nuestra especie, ser menos mortales. Aceptado esto, es evidente que la verdad empírica debería ser usada siempre para todas las proposiciones que así lo permitan, de modo tal que cualquier duda en el valor de verdad de una proposición dentro de cien años, podrá despejarse reproduciendo el experimento realizado hoy. Por otro lado, para aquéllas proposiciones que por su naturaleza no permitan hoy una valuación empírica, podría aceptarse un valor de verdad obtenido mediante experiencias místicas en las que acuerde la mayoría de la poblacion, pero con plena conciencia del carácter preliminar y no definitivo de ese valor de verdad. De este modo, si en el futuro nuestro mayor conocimiento del mundo nos permite imaginar un experimento para darle un valor de verdad empírico a tal proposición, nadie se negará a hacerlo.
Me parece que esta proposición de las "dos verdades" patina desde varios wines.
ResponderBorrarEn el post anterior me dijiste que no se podía hacer un experimento para determinar lo que es justo. Yo creo que sí. El ser humano interactúa con otros, y en esa interacción surgen pujas de poder. El concepto de "justicia" nace en el momento en que el hombre empieza a reglar su vida común, no antes.
O sea que "lo justo" es un dato empírico. La justicia varía con las épocas y las sociedades, porque sus experiencias son diferentes y sus conflictos también.
Las ciencias sociales son también ciencias. No son ciencias "duras" en las que se puedan montar laboratorios y experimentar porque hablamos de sociedades, de masas, etc. Pero sí podemos investigar, extraer conclusiones y basarnos en lo ocurrido para determinar verdades.
Clasificar lo justo como una experiencia mística me parece una demasía. El derecho es también una ciencia, sin ir más lejos.
A mí me parece que es necesario ser un poco más dialéctico. No hay "verdades A" y "verdades B", hay una sola verdad, sólo que en algunos casos es sencillo determinarla y en otros es mucho más complicado.
La praxis hace surgir todo conocimiento, en la discusión anterior pusiste esto en duda. Yo creo que no es así; olvidémonos de la justicia, vayamos a cualquier tipo de experiencia mística: en realidad no es 100% intransferible, a menos que se trate de una experiencia que te deje muerto (esto es: incapaz de transmitir nada de nada), pero podés transmitirla, y lo harás con palabras que den una idea de lo que se trata: "flotaba, veía pajaritos de colores, vi a Dios, bla bla bla". Utilizarás imágenes más o menos comunes (y siempre referidas a la experiencia compartida) para transmitirla.
Determinar el valor de verdad de esta experiencia es otro asunto. Yo más que de "verdad" hablaría de relevancia. Que esa persona sintió algo no hay en principio por qué dudarlo, desde ese punto de vista su experiancia puede ser tan verdadera como cualquier otra. El problema es que para mí es irrelevante porque no se me aplica, no pertenece a mi praxis, ni siquiera la deseo. La praxis de esa persona y la mía no son coincidentes.
El asunto es cuando existe una coincidencia en la praxis, ahí podemos hablar de una verdad "objetiva" con todas ls dificultades de la palabra. La "objetividad" es la medida de coincidencia. Esta medida nunca es ni 100% completa (dos personas jamás sienten lo mismo ante idéntica experiencia) ni 100% ausente (aún la más etérea de las experiencias es de alguna manera transmisible, aunque sea rudimentariamente).
Así que la "verdad" navega entre esas dos aguas, pero en ditintos grados, no se trata de una división tan clara y tajante.
Me pa.
Clasificar lo justo como una experiencia mística me parece una demasía
ResponderBorrarPor favor te dejes influir por la palabra que usé, sabía que "mística" era una mala eleccion, pero no se me ocurrio otra. Llamemolas experiencias "pedorras" o "picado fino" o "no empíricas" o "intestinales". No dejes que la palabra te robe la definición que dí. Me refiero a experiencias que no pueden ser detalladas de modo de ser reproducidas por otras personas.
Por ejemplo, yo sé que la proposición "esta mal matar" es verdadera, pero no se me ocurre ninguna manera de convencerte de lo mismo. Tambien sé que lo es la proposición "el agua hierve a 100 grados", y puedo pensar mil formas de que vos lo notes. A eso me refiero con dos clases de verdad. En el segundo caso puedo darte la proposición y una lista de instrucciónes para verificarla, en el primero no. Es decir, la segunda es una proposicón empirica, mientras que la primera es intestinal.
Otro ejemplo: me opongo a la pena de muerte porque sé que esta mal. Es decir sé que la proposición "la pena de muerte es justa" es falsa. Simplemente lo sé, no puedo convencerte. Y de nada sirven estadísitcas sobre los efectos practicos de la pena de muerte, diciendo que no funciona y que el crimen en los paises que la practican no disminuye. Porque no sería honesto si intentara convencerte usando estadísticas, en realidad no me importan, aún si la pena de muerta fuera el mayor de los éxitos para combatir el delito, me seguiría oponiendo. esa proposición seguiría siendo falsa para mí. Ese es un conocimiento que tengo y que no puedo trasmitir, es un conocimiento que no sirve para hacer ciencia. Es intestinal.
No hay ciencias duras y ciencias blandas, hay solo ciencias mas fáciles y ciencias más difíciles. Es todo. Pero además hay una parte de nuestra experiencia que no es accesible cientificamente. Y no, no vuelo en un nube de pedo ni tengo un ataque posmo, no creo que esa parte de la experiencia tenga la menor relevancia a la hora de resolver la mayoría de las cuestiones prácticas. Pero no puedo negar que existe.
A mí me parece que es necesario ser un poco más dialéctico. No hay "verdades A" y "verdades B", hay una sola verdad, sólo que en algunos casos es sencillo determinarla y en otros es mucho más complicado.
Se poco o nada de dialectica, pero si me queres correr con la vaina sabes que no te voy a dejar :-) Defini "verdad" si queres que esa afirmación tenga algún sentido. Eso es lo que yo intenté hacer. Y al intentar plantear esa definición claramente, veo que tengo dos tipos de verdad: la que te puedo decir como adquirir y la que no te puedo decir como. Claro, el "no poderte decir como" puede ser solamente una limitación momentanea, puede que el avance futuro del conocimeinto empirico permita inventar un modo de transmitirte tambien esas verdades. Es decir que una verdad "intestinal" puede pasar a ser empírica. Creo que nunca lo negue (de hecho lo escribi explicitamente al final de este post).
Así que la "verdad" navega entre esas dos aguas, pero en ditintos grados, no se trata de una división tan clara y tajante.
Si tu punto es que no hay una división bien marcada entre las dos clases de verdad, lo acepto, simplemente porque no la hay entre casi nada. Pero lo cierto es que en un dado momento hay dos tipos de verdad y no tiene sentido comparar verdades adquiridas de modos diversos. Uno de esos tipos de verdad, el empirico o cientifico, tiene la ventaja de ser compatible, es decir no contradictorio, mientras que el otro tiene para algunas proposiciones particulares la terrible cualidad de ser el único.
Una cosa es tener confianza en el avancee de la ciencia, y otra es creer que la ciencia puede resolver todos los problemas. No puede. Aún las ciencias sociales solo pueden darte datos y relaciones entre esos datos, pero lo que hagas con ellos es tu opción. Podemos volver a la discusión sobre el aborto: la ciencia te puede decir que cosas siente y que cosas no siente un embrión en un dado momento del desarrollo, pero decidir cuando es legítimo abortar y cuando no es una opción, no es un dato, la ciencia no la puede resolver. Un ejemplo más que también discutimos alguna vez: creo que si encuentro un animal con un grado de desarrollo de su neocortex que me haga pensar que tiene un nivel de conciencia igual al mio, entonces no debo matarlo. Puedo convencerte del nivel de desarrollo del neocortex mostrandote evidencia científica. Puedo también demostrarte como eso se relaciona con la conciencia. Pero no puedo convencerte de que la proposición "No debo matarlo" es verdadera. Esa proposición no es empirica. No lo es hoy y no puedo imaginar ningun modo en el que pase a serlo en algún futuro previsible.
Uno más, supongamos que grumito se calienta y te pregunta ¿por qué esta mal explotar a otras personas? no tendrías una respuesta empírica, solo le darías una basada en principios. Principios que no son hechos científicos, son solo experiencias personales, de nuevo "intestinales".
Severian, la clasificación de las dos verdades que vos hacés se aplica a lo conocido. Pero una paradoja o enigma científico te plantea desafíos que no pueden ser resueltos EXCLUSIVAMENTE con las valuaciones empíricas conocidas ni con las experiencias místicas.
ResponderBorrarEsa "imagen" del mundo que los seres humanos tienen en algún punto se relacionan con rupturas en el conocimiento previo. Y esas rupturas y la creación de nuevas hipótesis solo la hacen los humanos. Y también tienen los humanos la capacidad de transmitir a las futuras generaciones los resultados de esos descubrimientos.
Admito que si el ser humano se hubiera mantenido siempre en el terreno de lo conocido, sin crear nuevas hipótesis, sin perfeccionar las conocidas, etc. sería más parecido al simio que al humano actual.
ResponderBorrarLos humanos del presente podemos deducir y hacer razonamientos válidos sobre cosas que descubrieron humanos del pasado, y lo hicieron no solamente usando razonamientos sino creando hipótesis.
Es en esto en lo que hay que hacer incapié para que el ser humano se humanice, en hacerle honor a esa facultad única y misteriosa que posee y que le permite crear hipótesis, ir más allá de lo que ve, construir esa "imagen" del mundo. Si no es así, si no nos hacemos cargo de esa facultad y solo deducimos y razonamos o tengamos las eperiencias místicas que tengamos, nos convertimos en máquinas reprodutoras de pensamientos axiomáticos, en constatadores y confirmadores de cosas conocidas, y el uso de nuestras facultades solo para eso provoca desgaste, empobrecimiento moral e intelectual.
Lo que nos salva de ese destino es esa capacidad de crear y recrear en el contexto de lo conocido.
Saludos.
Severian, la clasificación de las dos verdades que vos hacés se aplica a lo conocido. Pero una paradoja o enigma científico te plantea desafíos que no pueden ser resueltos EXCLUSIVAMENTE con las valuaciones empíricas conocidas ni con las experiencias místicas.
ResponderBorrarSi te referís a una paradoja científica (como, digamos, la que se planteaba antes de Einstein respecto de la velocidad de propagación de la luz), entonces el problema es que no puede en apariencia ser resuelta de modo compatible con las proposiciones que ya han sido valuadas de modo empírico. Por persistente que resulte una paradoja, nadie se plantearía jamas que la valuación ´no empírica´ o ´mística´ sea adecuada para resolverla, porque la verdad científica es siempre empirica.
Formalicemos: una paradoja se plantea cuando dos conjuntos independientes de datos llevan, mediante razonamientos, a dos proposiciones aparentemente contradictorias. La contradicción de dichas proposiciones es siempre consecuencia de que en alguno de los razonamientos se dio por verdadera (en el sentido empírico) alguna tercera proposición que no lo es. El problema es darse cuenta de cual es esa tercera propoción (la hipótesis o asumpción equivocada) y modificarla de modo de compatibilizar los datos. Es siempre un procedimiento empírico.
Esa "imagen" del mundo que los seres humanos tienen en algún punto se relacionan con rupturas en el conocimiento previo.
Cada vez que identificas una de esas proposiciones que estan equivocadas, te das cuenta de que algo que creias una verdad empírica es en realidad falso, y que la verdad empírica difiere en algun detalle mas o menos importante. Eso es claramente una ruptura, en el sentido que antes de la paradoja jamás te hubieras imaginado que esa proposición pudiera ser falsa y después de ella, empezas a entender el mundo de un modo intrinsecamente nuevo.
Y esas rupturas y la creación de nuevas hipótesis solo la hacen los humanos. Y también tienen los humanos la capacidad de transmitir a las futuras generaciones los resultados de esos descubrimientos.
Fijate que lo primero (la ruptura de una estructura conceptual y el planteo de otra) solo es posible gracias a lo segundo. Einstein jamás hubiera descubierto la relatividad sin las investigaciones de Newton y Maxwell. Y ellos nada hubieran hecho sin Galileo y Faraday. Por eso hago incapié en la herencia cultural como la característica mas humana del conocimiento, y por lo mismo me gusta la visión de la ciencia como un lenguaje desarrollado por y para esa herencia.
Los humanos del presente podemos deducir y hacer razonamientos válidos sobre cosas que descubrieron humanos del pasado, y lo hicieron no solamente usando razonamientos sino creando hipótesis.
No estoy seguro si crear hipótesis es una cualidad privativamente humana. Si le tiro un hueso a mi perro, mientras el hueso está en el aire, él es capaz de observar el movimiento, aislar los datos relevantes, modelar el funcionamiento de ese sistema y predecir el resto de la parabola para actuar en consecuencia: estirar el hocico para atajar el hueso en el aire. Si lo pensas un poco, eso no es cualitativamente diferente de los que hace un científico, sino sólo cuantitativamente diferente. Mi perro solo fue capaz de aprender el truco a lo largo de su vida, y no podrá enseñárselo a sus hijos. Es decir que solo tendrá una imagen personal del mundo, nunca una imagen compartida. En cambio los humanos desaarrollamos un lenguaje, que se llama ´ciencia, para aprender de las generaciones anteriores y pasar el conocimiento a las proximas. Eso nos permite crear nuestras hipótesis en el marco de una imagen compartida del mundo, que naturalmente es mucho mas compleja que la que podríamos adquirir por nosotros mismos. Tarzan nunca hubiera escrito La divina comedia, pero Dante lo hizo porque pudo nutrirse de generaciones de italianos.
Lo que nos salva de ese destino es esa capacidad de crear y recrear en el contexto de lo conocido.
Por supuesto que en ese proceso de enriquecimeminto de la imagen compartida del mundo, la capacidad de creación es fundamental. Por eso concluia el post diciendo que la valuación empírica debe utillizarse para todas las proposiciones que asi lo permitan, mientras que la valuación mística deberías ser aceptada solamente cuando no haya otra posibilidad y a título provisional. Creo que ese el modo, dentro de esta visión un tanto esquemática que intenté escribir aqui, de evitar que cualquier conociemiento se vuelva dogmático.
Saludos.
1) Es empírica a posteriori no a priori. Una hipótesis a corroborar no tiene valuación mientras no es corroborada. La proposición equivocada se descubre por otra proposición que se introduce y que antes no existía. Es empírico cuando esta última proposición introducida se corrobora.
ResponderBorrar“Cada vez que identificas una de esas proposiciones que estan equivocadas, te das cuenta de que algo que creias una verdad empírica es en realidad falso, y que la verdad empírica difiere en algun detalle mas o menos importante. Eso es claramente una ruptura, en el sentido que antes de la paradoja jamás te hubieras imaginado que esa proposición pudiera ser falsa y después de ella, empezas a entender el mundo de un modo intrinsecamente nuevo”. Estoy totalmente de acuerdo.
“Fijate que lo primero (la ruptura de una estructura conceptual y el planteo de otra) solo es posible gracias a lo segundo. Einstein jamás hubiera descubierto la relatividad sin las investigaciones de Newton y Maxwell. Y ellos nada hubieran hecho sin Galileo y Faraday. Por eso hago hincapié en la herencia cultural como la característica mas humana del conocimiento, y por lo mismo me gusta la visión de la ciencia como un lenguaje desarrollado por y para esa herencia”.
3) Estoy de acuerdo pero con esta aclaración: el contexto donde el descubridor hace su descubrimiento NO PUEDE PROVEER LAS CLAVES PARA HACER EL DESCUBRIMIENTO. Solo la actividad SUBJETIVA del individuo en cuestión puede lograr la clave en ese contexto. Si no fuera así la subjetividad no sería necesaria. Las máquinas podrían hacer el trabajo científico. Que yo sepa una máquina nunca descubrió nada. Pueden deducir de lo descubierto por un humano. El contexto previo es una ayuda pero también un obstáculo a remontar puesto que es el que llevó a la paradoja o enigma.
“No estoy seguro si crear hipótesis es una cualidad privativamente humana. Si le tiro un hueso a mi perro, mientras el hueso está en el aire, él es capaz de observar el movimiento, aislar los datos relevantes, modelar el funcionamiento de ese sistema y predecir el resto de la parábola para actuar en consecuencia: estirar el hocico para atajar el hueso en el aire. Si lo pensas un poco, eso no es cualitativamente diferente de los que hace un científico, sino sólo cuantitativamente diferente. Mi perro solo fue capaz de aprender el truco a lo largo de su vida, y no podrá enseñárselo a sus hijos. Es decir que solo tendrá una imagen personal del mundo, nunca una imagen compartida. En cambio los humanos desarrollamos un lenguaje, que se llama ciencia, para aprender de las generaciones anteriores y pasar el conocimiento a las próximas”.
4) No estoy de acuerdo. Ojalá nunca estés seguro de eso. Crear una hipótesis no es un modelo. El modelo trabaja con hipótesis pero creadas no por el modelo sino por alguna subjetividad. Crear hipótesis es una tarea “previa” a la metodología. Los animales pueden tener método (hormigas, abejas, etc.) pero no es a posteriori de las hipótesis que se les ocurrió. Está en su código genético de millones de años. Si querés está en el código genético humano ir más allá del código genético humano por medio de la facultad de la creación de hipótesis y descubrimiento de principios.
El “discurso científico” es un medio para adquirir el conocimiento de los principios que rigen en la realidad, no es “el conocimiento” en sí mismo. La cinta asfáltica de una autovía es uno de los medios para trasladarme de un punto a otro, no es la acción de viajar en sí misma.
La “acción” en la ciencia está en la actividad cognitiva subjetiva conciente y en gran medida inconciente. Todo lo demás es el producto de esa “acción”. Los animales no pueden tener esa “acción” mental. Es una suerte de facultad “co creativa”.
El lenguaje científico nos facilita la tarea pero no es aquello que nos permite aprender. Lo que nos permite aprender es eso que los animales no tienen. No hay mejor aprendizaje que el que logra reproducir en la propia mente el proceso mental del descubridor original, no apropiarse “memorísticamente” del resultado de ese proceso. De lo que hay que “apropiarse” mentalmente es del proceso mismo, no de su conclusión. Este es el aprendizaje más excelso que pueda existir. El lenguaje y la estructura invariante del discurso científico es una gran ayuda, pero no la causa de la “acción”.
Ahora releyendo los comentarios, en realidad no encuentro tanta diferencia en los planteos. El énfasis que pone cada uno en lo que ve de importante hace que esas diferencias se magnifiquen, pero no es tan así.
ResponderBorrarEsos énfasis para nada son contradictorios, pueden ser complementarios.
Saludos.
"Ahora releyendo los comentarios, en realidad no encuentro tanta diferencia en los planteos. El énfasis que pone cada uno en lo que ve de importante hace que esas diferencias se magnifiquen, pero no es tan así."
ResponderBorrarEstoy de acuerdo.
"el contexto donde el descubridor hace su descubrimiento NO PUEDE PROVEER LAS CLAVES PARA HACER EL DESCUBRIMIENTO. Solo la actividad SUBJETIVA del individuo en cuestión puede lograr la clave en ese contexto. Si no fuera así la subjetividad no sería necesaria. Las máquinas podrían hacer el trabajo científico."
Es un buen punto. Estoy de acuerdo y de hecho creo que hay personas especiales en las cuales esa subjetividad es particularmente eficiente. Creo que no hay contradiccion en decir que esa eficiencia se vuelve más útil si se apoya en el conocimiento acumulado por generaciones. Lo decía Newton, en mi opinion uno de los más grandes "genios" que hayan existido y no muy dado a la modestia, cuando se decía parado sobre hombros de gigantes.
Puesto de otro modo: por lo que sé, mi gato bién podría ser un genio (no tengo modo de saberlo), pero en ausencia de ese background cultural que tenemos los humanos, sólo podría hacer descubrimientos muy tontos.
"Crear hipótesis es una tarea “previa” a la metodología. Los animales pueden tener método (hormigas, abejas, etc.) pero no es a posteriori de las hipótesis que se les ocurrió. Está en su código genético de millones de años."
Probablemente sí, si hablamos de hormigas y abejas, pero no lo creo si hablamos de mamíferos. Recientemente mi perra aprendió a abrir una silla plegable donde le gusta acostarse (¡la muy huacha!). Solo mediante paciente elaboración y testeo de hipótesis pudo hacerlo, dudo que algo de ese tenor pueda estar inscripto en su código genético. Lo que pasa es que ella sólo puede hacer ese tipo de descubrimientos bobos (e imagino que tal vez escandaliza compararlos con la gravitación universal o las ecuaciones de maxwell) porque carece de background cultural necesario para ir mas alla. Newton no descubrió las leyes de la caída de los cuerpos ni las del movimiento planetario (claves en su investigación), sino que las tomo de las investigaciones de Galileo y Kepler. Sin ellos, y sin nadie antes, no hubiera ido mucho mas alla de decubrimientos triviales.
"El “discurso científico” es un medio para adquirir el conocimiento de los principios que rigen en la realidad, no es “el conocimiento” en sí mismo. La cinta asfáltica de una autovía es uno de los medios para trasladarme de un punto a otro, no es la acción de viajar en sí misma."
Coincido. Solo digo que nuestro conocimiento se vuelve mas complejo porque contamos con ese lenguaje. Si no jamás hubiéramos pasado de cosas triviales.
"Los animales no pueden tener esa “acción” mental."
No lo sabemos. De hecho el proceso cognitivo de los mamíferos superiores es, hasta donde yo sé, cualitativamente igual al humano. La diferencia es cuantitativa. Si me preisonas puedo ir un paso mas alla: en animales con el cerebro lo bastante grande (delfines, chimpances) puede que incluso ni siquiera haya una diferencia cuantitativa demasiado marcada. Lo que es cualitativamente diferente es la herencia cultural (ya sé, me estoy volviendo reiterativo)
"Lo que nos permite aprender es eso que los animales no tienen."
El proceso de aprendizaje existe aún en cefalópodos, incluso en insectos. De nuevo, la diferencia es cuantitativa. Nosotros aprendemos más porque tenemos alguien que nos enseña. Por ejemplo; los chimpaces nunca aprenden a comunicarse mas alla de algunos signos sencillos. Sin embargo, el experimento de enseñar Ameslan a Washoe fué sorprendente: ¡aprendió a hablar! Fijate que en cuanto pudo beneficierse de la herencia cultural humana, gracias a alguien que le enseñó, la diferencia entre animal y humano se volvió mucho menos marcada y claramente cuantitativa.
¿Puedo meter - atrasadamente - la cuchara?
ResponderBorrarDecís esto:
...yo sé que la proposición "esta mal matar" es verdadera, pero no se me ocurre ninguna manera de convencerte de lo mismo...
Esto entraría dentro de las "verdades intestinales" (para no llamarlas "místicas"). Yo creo que no tiene nada de intestinal, o mejor dicho: que su reflejo "orgánico" tiene una eplicación bien material.
El reflejo de repulsa frente al asesinato es en realidad resultado de un aprendizaje humano y cultural (lo cual por supuesto no lo invalida, al contrario). Este reflejo no era conocido por otras culturas y tiene que ver con eperiencias repetidas a lo largo de siglos. Matar está mal porque si está permitido la sociedad se descompone, vemos en la muerte de otro la nuestra propia.
Sin embargo la legislación hace notables diferencias cuando se trata de defender los derechos de quienes se benefician con una guerra, por ejemplo, en cuyo caso matar deviene glorioso.
Y matar puede llegar a estar admitido: tu reflejo "intestinal" será el de matar a quien esté por acabar con la vida de tu hijo, o la tuya propia eventualmente.
Todo esto tiene una eplicación racional, no intestinal. Pasa algo parecido con el incesto: la repulsa "intestinal" que nos presenta - a pesar de que es un acto éticamente neutro en sentido estricto - ha sido causa de numerosos problemas en muchas sociedades durante suficiente tiempo como para que se haya convertido en tabú.
Ninguno de los valores humanos viene de la nada (ni del cielo). Todos provienen de eperiencias sociales históricas. En algunos casos sabemos más o menos el origen, en otros quizás nos falta investigar, pero el concepto "matar está mal" es un buen ejemplo.
Jack:
ResponderBorrarEs cierto que el convencimiento de ciertos valores éticos, viene de siglos de experiencia acumulada (y esto tiene que ver con lo que discutía antes con Oti). Sin embargo, me parece que eso no lo hace "empírico" en el sentido en el que definia esa palabra en los post. Sigue sin ser posible que trasmitas el valor de verdad de la proposicion "está mal matar" a una persona que tenga una herencia cultural diferente. No podes proponerle un experimento que la convenza de eso.
Fijate este ejemplo: si me traes un thug o a un azteca al presente, y me lo sentas enfrente (y lejos por las dudas), no tengo manera de hacerle ver a él que la proposicion "está mal matar" es verdadera. Tanto mi valor de verdad para esa proposicion como el de él provienen, como vos decis, de siglos de herencia cultural. ¡Pero se contradicen!
En cambio, si me lo traés a Mach (el último tipo que no creia en los atomos, y ningun tonto, dicho sea de paso) sería para mi muy sencillo convencerlo de la existencia de los atomos. Podría proponerle un monton de experimentos (que en su época no existian) que no le dejarian lugar a dudas. La existencia de los átomos es una verdad empírica, es decir trasmisible por completo.
Claro que, si fueramos capaces de desarrollar la sociología hasta un nivel realmente predictivo, es decir capaz de proponer modelos sobre como evolucionan las sociedades cuando tienen un dado conjunto de valores eticos, y despues testearlos en una computadora, entonces es probable que la proposicion "esta mal matar" se convirtiera en susceptible de ser valuada empiricamente. Pero por ahora no lo es, y tal desarrollo es lejano. En este último caso, si sobrevivo a la ira del azteca hasta el final, podría expliarle la evidencia empírica en la que se basan los modelos, darle tiempo para testear cada uno de los supuestos, y luego mostrarle una simulacion de una sociedad sin sacrificios rituales comparada con una que si los tiene. Y no le quedaría otra que aceptar el resultado (o liquidare, claro).
Matar está mal porque si está permitido la sociedad se descompone, vemos en la muerte de otro la nuestra propia.
ResponderBorrarPareciera que la respuesta de Severian a esto se concentró más en "la sociedad se descompone" que en "vemos en la muerte de otro la nuestra propia" cuando se puso a pensar el experimento científico para demostrarle al Azteca que estaba mal matar ("y luego mostrarle una simulacion de una sociedad sin sacrificios rituales comparada con una que si los tiene", la primera menos "descompuesta" que la segunda, supongo). Sin embargo, me da la sensación de que basamos muchos de nuestros principios éticos en lo segundo simplemente, en la empatia, en ver en el otro a uno mismo, y está muy bien, eso es intersubjetividad, es experiencia compartida y compartible, no "mística", única, susceptible de derivar en "verdades" y éticas arbitrarias, caprichosas e injustas.
Si yo estoy junto a otra persona en una isla, totalmente incomunicados, o, mejor, estoy con el único otro sobreviviente a una tragedia de algún tipo que acabó con el resto de la humanidad, y tengo la posibilidad de aprovecharme del otro para mi beneficio, nada de lo que haga va a derivar en una "futura descomposición de la sociedad", porque no habrá más sociedad después de nosotros (supongamos que somos ambos del mismo sexo y no hay posibilidad de reproducción): no me aprovecho del otro simplemente porque pienso que está mal porque no me gustaría que se aprovecharan de mí.
O, ponele, ya entrando de cabeza en la más absoluta ciencia ficción, que encontramos la forma de crear la pistolita de Men in Black y borrar la memoria de las personas selectivamente. ¿Estaría "bien" entonces que alguien, digamos, atacara sexualmente a otra persona, pasándola el atacante bien y el atacado como el orto, si luego le borra selectivamente ese momento de su memoria al atacado y también se la borra a sí mismo el atacado, evitando así que esos sucesos generen luego en algún lado, a futuro, "descomposición social"? No, y tengo otra razón distinta para justificarlo: no me gustaría que me lo hicieran a mí, por más que luego no lo fuera a recordar.
Me parece un principio justificativo "científico", en el sentido de intersubjetivo, compartible, y no "intestinal". El que mata a otro porque le conviene se estaría comportando más bien de esa forma "mística": sólo le importa su experiencia no compartible, su beneficio.
No creo que la ética sea tan intestinal. Aunque las sociedades "transmitan" culturalmente una moral, esta moral suele tener justificaciones. Cuando las justificaciones se vuelven irracionales, o no son tan claras, alguien empieza a cuestionarlas. Se empieza a preguntar por qué no se puede hacer algo, por qué está "mal". Se lo cuestiona racionalmente.
Si es cierto que la prohibición de comer cerdo en los judíos se inició por la triquinosis y mucho después esto dejó de ser motivo pero la prohibición, el valor de "incorrecto" dado al acto "comer cerdo" quedó como un apéndice en ese sistema de valores y pasó a ser justificado simplemente como una voluntad de Dios a la que había que obedecer, entonces podemos decir de este caso que una prohibición que primero tenía una base racional luego no la tuvo, y por eso se la cuestionó y fue perdiendo fuerza.
Es decir, aunque por un lapso (aunque sea largo, de siglos) de tiempo esa prohibición no tuvo base empírica sólida y parecía "intestinal", por razones "místicas", al final, sin un justificativo más "científico" (intersubjetivo y verificable) esa parte del sistema de valores transmisible culturalmente se terminó perdiendo.
Por esto digo que me parece que sí hay algo más que lo intestinal detrás de los sistemas de valores, aunque no solamos detenernos a pensarlo.
Una cosa más:
ResponderBorrarLo que es seguro es que no es una cualidad privativa del Homo Sapiens (y advierto que si algún antropocéntrico amigo planea plantear aquí la dicotomía escolar inteligencia vs. instinto, se arriesga a tener que definir univocamente ambos términos).
¿El tema inteligencia vs. instinto no se puede pensar desde el eje de clasificación animal precocial/altricial, por ejemplo? Que un animal se ponga de pie y empiece a caminar sin que nadie lo ayude o le explique cómo ni bien nace, ¿no parece indicar que hay algo en sus genes que lo hace comportarse de esta forma? ¿No sería esto una forma de definir o identificar al famoso "instinto? Diferenciándolo de la inteligencia en tanto, por ejemplo, si dejamos a un ser humano (animal fuertemente altricial, es decir, que necesita de un "otro" que le enseñe comportamientos, que le transmita en nuestro caso una herencia cultural, etc., para sobrevivir o desarrollarse) abandonado en medio del bosque, mucho no podrá hacer, ya que sus instintos mucho no le "ordenan". Ese vacío (al menos parcial) de instinto (y la capacidad de reemplazarlo por otra cosa, el desarrollo de la corteza cerebral o lo que sea que permita dar lugar a la razón) sería el que daría lugar a la "inteligencia", al menor poder determinante de la transmisión genética sobre el comportamiento de los individuos de la especie X. Me da la sensación de que cierto "biologicismo", con perdón de la expresión, a veces subestima esto. (y cierto "culturalismo" a veces lo puede sobreestimar, claro: a falta de evidencia concluyente podemos ponernos a especular todos)